Hemos Comido…En Rafael Corrales, otra de mis opciones gastronómicas en Aranda de Duero.

A la vuelta de Madrid coincidió la hora de la comida con mi paso por los alrededores de Aranda de Duero, tierra de maestros asadores y mi lugar favorito para disfrutar del mejor lechazo churro de la zona.

Me pasé por casa Rafael Corrales. Nada más entrar lo primero que te encuentras es un horno incrustado en la pared y acto seguido te preguntan qué parte prefieres, pata o costilla.

En esta ocasión me apetecía costilla, y junto con un par de rodajas de morcilla y media torta arandina, la clásica ensalada con lechuga de oreja de mulo, bien cargada de vinagre y sal (como a mí me gusta para estos menesteres). A la par me sirvieron un rosado bien fresquito que se dejaba beber y entraba a las mil maravillas con la morcilla.

Visto y no visto.

No necesitaba más que un café y con ello carretera, vuelta para Santander que todavía quedaban unos cuantos kilómetros.

Por El Mule

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