Hemos Comido…en el Cos, tiene la buena costumbre de surtirse los jueves de marisco de primera.
Me acompañó durante la comida Jesús (él había quedado para comer más tarde), se empeñó en pagar el vino y en que tomara dos que le encantan. En el Cos apuestan por una oferta diferenciada del resto de los alredores, vinos de calidad con un buen precio.
Uno de los vinos era un blanco espumoso francés, Brut Dargent, chardonnay, blanc de blancs, muy recomendable para acompañar al pescado y marisco. Presenta un color amarillo paja muy pronunciado, con aromas que recuerdan a la manzana verde, y de sabor largo en boca.
De tapa un queso de Quesoba, que siempre se agradece y siempre está bueno.
Comenzamos con unas gambas blancas de Huelva cocidas en su punto. Aquí tú eliges el tamaño de la ración, a 1€ la unidad. No podía empezar mejor la comida, calentitas y con cantidad de sal gorda, que es como a mí me gustan, a chupar cabezas se ha dicho y comer el resto.
Por cierto, todos los jueves se surten de marisco de primera que viene de Huelva, así como alguna ostra francesa de renombre, pero para estos menesteres yo soy muy chovinista, para mí la mejores las de San Vicente que saben a mar Cantábrico.
Si hay una elaboración típica de la bahía en esta época es el cachón en su tinta con arroz blanco, más santanderino imposible. Este cefalópodo migrante viene a reproducirse a la bahía. Toma nombre de “le cochon” del francés, debido al ruido que hace cuando le sacan de la mar, similar al gruñido de un cerdo.
Elaboración de diez, se deshace y sabe a mar, no apto para paladares pusilánimes.
Veuve Pelletier champagne brut rose. Suavidad absoluta en este brut, color rosa suave. En nariz cítrico contenido y toque fresal. En boca la burbuja es fina, muy agradable y fresco.
Verdiñas con lechazo. Con el rosé parecía que estuvieran hechos el uno para el otro. La verdina en su punto de cocción y el lechazo integrado en el sabor del guiso, caldo bien ligado y sabroso.
De poste una difícilmente definible elaboración de maní y chocolate, muy agradable.
La relación calidad precio es de lo más ecuánime.
