Pasamos por El Abuelo Teja a «investigar» la oferta de este peculiar lugar y como siempre había novedades.
Arenques, cuanto hace que no veía una pandereta de arenques en una tienda, uno de mis biocatas favoritos de crio, el bocata de arenques, tenia de todo. Diversión : limpiándolos con el borde de una puerta a puñetazos sobre una mesa y sobándolos con el papel de estraza. Organización : colocando los trozos limpios en el pan. Ingesta : saboreando ese fuerte sabor. En fin ejerció físico, mental y reposición de fuerzas.
El arenque ha sido un alimento básico desde al menos el III milenio a. C. Hay numerosas formas de servirlo en muchas recetas regionales: crudo, fermentado, encurtido o curado de otras formas. El arenque encurtido es una delicia en buena parte de Europa, formando parte de las cocinas báltica, escandinava, alemana, rusa. En Andalucía, el arenque seco se come popularmente para desayunar, ajo y huevo.
Aquí lo comíamos limpio y con un chorro de aceite entre pan y pan.
Tras una charla sobre Cantabria nos sentamos delante de un blanco de solera almacenado en una de las barricas que forman parte de este bar-tienda, un excelente blanco de Igareda Miera a una muy buena temperatura.
Acompañando al blanquito una sopa de ajo, que siendo como era invierno entra en el cuerpo de maravilla.
Otro de los atractivos del lugar son los anuncios por palabras de las pizarras y carteles que inundan el local describiendo la mayoría de la oferta gastronómica que en muchas ocasiones te entra por los ojos y te abre el apetito.
En fin un lugar por donde hay que pasarse de vez en cuando para establecer el mapa de novedades pues siempre hay algo nuevo que merece la pena.