La finca Raventós i Blanc, constituida por 90 Ha. de viñedos, bosque y lago en Sant Sadurní d’Anoia, pertenece desde el año 1497 a la familia Raventós. Representa posiblemente la más larga tradición vitivinícola documentada en manos de la misma familia en España.
Por documentos históricos se sabe que ya 1497 los antepasados de Raventós cultivaban la vid para el consumo propio y la elaboración de mostos. En 1872, Josep Raventós Fatjó consigue la primera fermentación en botella en España con uvas autóctonas de esta finca.
Cuando Josep María Raventós i Blanc y su hijo Manuel Raventós deciden crear una bodega en el centro de esta histórica finca, piensan en la manera más pura de conseguir la máxima proximidad entre viticultura y vinificación entre naturaleza y hombre.
Raventós i Blanc nace para dar sentido a este terruño, continuando así una dinastía de campesinado catalana arraigada en una finca en la que hace más de quinientos años, además de la viña, se trabajaba el bosque, se sembraba heno para los caballos, se pastoreaba y había también olivos y producción de madera para las cajas de vino.
La experiencia acumulada de 20 generaciones cultivando las mismas tierras y los recientes estudios realizados permiten diferenciar 5 viñas, siendo La Plana, el Lago y El Serral, destinadas a vinos espumosos, y la zona sur del Serral y La Barbera, destinadas a vinos tranquilos.
La finca, totalmente orgánica en conversión a biodinámica, persigue la idea de la biosinergia. Raventós quiere recuperar los pasados perdidos de la vida en la masía del Penedès, haciendo que la tierra, las plantas, los animales y el hombre trabajen conjuntamente en una unidad agrícola.
Aquí, se hace la vendimia siempre manual, en cajas, recogiendo y vinificando cada parcela por separado. La uva entra verticalmente, por gravedad, sin utilitzar bombas de vendimia. Se realizan maceraciones peliculares en frío, para obtener más intensidad y calidad de aroma. Se hace un prensado muy suave, seguido de un desfangado estático, sin filtración.
La crianza en barricas se cuida al máximo, desde la selección de la madera hasta el seguimiento de la evolución de los vinos.
Los cavas, la mayoría de los cuales con crianzas muy largas, de hasta 7 años, se clarifican manualmente en pupitres y son degollados según pedido.
¿Por qué dejan la D.O. Cava?
Cuando se creó el cava en 1872, pensaban en un World Class Sparkling Wine. Por esto Josep Raventós Fatjó innovó con Xarelo los procedentes de las mismas viñas de donde procede La Finca; conocedor ya del gran potencial de esta uva, la estructura mineral de estos suelos, y más importante aún, sabiendo que para ser un World Class tienes que ser auténtico. En 1888 Manuel Raventós Doménech creó el cupaje del espumoso del Penedès solo con variedades autóctonas: Macabeu, Xarello y Parellada.
Después de 150 años, a pesar de tener elaboradores excepcionales, Cava se ha convertido en una D.O. orientada al volumen sin identidad geográfica propia, en términos de clima y suelos; así como con unos estándares de viticultura muy bajos.
Existe una oportunidad para vinos sinceros, fruto de una finca, de un clima concreto, de unas variedades autóctonas, y de una viticultura exigente, precisa y respetuosa. Por este motivo, en noviembre de 2012 decidieron dejar la D.O. Cava.
Silencis 2013
En esta ocasión el vino se diferencia de su añada anterior porqué no está filtrado y resulta un poco turbio. Silencis resulta ácido, con toques de manzana aún no madurada, y al final de su paso por boca deja una alta expresión salina que lo hace persistente en boca, donde tiene un paso rápido. Además, este vino de la DO Penedès, recoge el carácter de las cepas de donde nace, algunas de ellas plantadas hace más de 50 años y todas en la viña del Serral. Otras cepas son más jóvenes y se plantaron hace 12 años y en forma de emparrado. Son viñas ecológicas que están en transición a una agricultura biodinámica. El 2013 se caracterizó por ser una añada fresca, con una primavera lluviosa y un verano sin un calor extremo y que dió este carácter especial a Silencis. Este vino tranquilo es ideal para acompañar arroces o paellas y también pescado y marisco.
Extrem 2013
El Extrem es un vino auténtico ágil en boca. Concebido por Pepe Raventós. Radicaliza su visión del xarel·lo en el 2013, una añada con más lluvia y menos horas de sol. Un blanco Penedès donde los aromas se acercan a los cítricos, a la manzana verde.
De Nit 2012
Color ligeramente asalmonado, burbujas finas, nariz media con frutas rojas, levaduras y confiteria. Carbonico perfectamente integrado, acidez elevada que le da frescura, final largo, postgusto de frutos cítricos y retronasal de levaduras frescas, uno de mis favoritos junto con el siguiente.
l’hereu 2012
Vino espumosode color amarillo pajizo, muy brillante y limpio. Tiene una burbuja fina con formación de rosario en copa, es afrutado y suave en nariz, donde dominan los aromas de fruta blanca, manzana y recuerdos herbáceos. También encontramos notas de las lías de fermentación en forma de fina pastelería y almendras crudas. En boca es fresco con un paso sabroso, frutal y de acidez equilibrada. Es fresco y muy fácil de beber, ideal para los aperitivos o comidas ligeras de verano.
De la Finca
Color amarillo pajizo, reflejos dorados, brillante, con pequeña y abundante burbuja. En nariz con correcta intensidad hay aromas a manzana y pomelo, panaderia, almendras tostadas, herbáceos. En boca es fresco, con buen carbónico, buena acidez pero siendo cremoso y punto dulce de bollería y frutos secos. Buena persistencia.