Hemos Comido…en Sarón en el cruce, donde lleva un porrón de años el Mesón Madrileño.

Quiero iniciar esta nueva sección con un lugar que descubrí hace no mucho y donde surgió la idea de compartir estos lugares, creo que se merecen que quede constancia del trabajo diario de estos locales y de su buen hacer.
Este es el primero de los artículos que se engloban en la sección «Bares que lugares», una estrofa de la canción «El calor del amor en un bar», de uno de mis grupos favoritos: Gabinete Caligari.

Hay ocasiones en que aparecerán dos entradas en el blog, una en la sección restaurantes y otra en la sección bares. Tengo claro que la barra, en muchas ocasiones, marca la diferencia y hay lugares que aún teniendo las dos opciones una está muy por encima de la otra, en cambio hay otras en que el restaurante y la barra guardan mucha similitud, como en este caso, donde puedes degustar ciertas raciones en la barra y un menú diario, que según me dicen merece la pena aunque todavía no lo he probado, pero no tardaré. 

Para mí el Madrileño, por ahora, es el desayuno perfecto y así se lo quise hacer saber a mi compañero de andanzas gastronómicas Abraham.

Lo que sí sé es que los callos que elaboran todos los sábados son de toma pan y moja.

Ya tengo husmeadas las albóndigas, el bacalao y la tortilla con pisto. Las albóndigas están requetebuenas, jugosas, bien salseadas y acompañadas de un pan con el que puedes recibirlas en modo bocata, que no hace otra cosa que deleitarte la vista y después el paladar.

El bacalao es otra de sus raciones que merece la pena, siempre hablando desde la barra. Además este bacalao lo suministra Bacalao del Rey, de la Plaza de la Esperanza, al que seguimos muy de cerca y que a día de hoy no nos ha fallado nunca. 

Otro excepcional de la casa es la tortilla con pisto, que en esta última visita la tomó Abraham, quien me dio su beneplácito para con el pincho, algo que ya sabía yo de antemano pues la había tomado en otras ocasiones.

Y aquí os dejamos a la jefa en la cocina desde primera hora, preparando sus tortillas, callos, bacalao y lo que se tercie. Todo lo que hemos probado que sale de su cocina merece la pena.

Hasta muy pronto.

Por El Mule

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