San Valentín, una fiesta de origen pagano posteriormente cristianizada, para después ser mercantilizada. Se celebra cenando, regalando, yo pienso que se ha de celebarar picando.
Celebrada el 15 de Febrero, Lupercalia (conocida como la “fiesta de licencia sexual”) fue mantenida por los antiguos romanos en honor de Luperco, el dios de la fertilidad y agricultura, protector de manadas y cosechas, y un poderoso cazador.
No fue hasta el año 496 D.C. que la iglesia en Roma pudo hacer algo acerca de Lupercalia. Incapaz de eliminarla, el Papa Gelasio la cambió del 15 de febrero al 14 y la llamó el Día de San Valentín. Esta fue nombrada así por uno de los santos de esa iglesia, quién en el año 270 D.C, fue ejecutado por el emperador debido a sus creencias.
Fiel a mis principios salimos a picar la noche de San Valentín. Primera parada, Cadelo. Acababan de inaugurar este sábado la nueva carta, una de las novedades de temporada son estas alcachofas con codornices escabechadas. Estupendas, suaves y bien limpias las alcachofas con un escabeche también suave con justo toque de pimienta. Todo un acierto.
Pude ver como elaboraban una ración de rape, con un aspecto espectacular. No lo comimos, pero a la vista queda esta otra novedad de la carta. Tenemos que pasar en breve para indagar más a fondo en la nueva oferta.
Siguiente parada en La Cigaleña , un buen vino para el camino hasta la siguiente ración.
Parada en el Fuente Dé, pincho de picón y pincho de picón para celiacos. El picón como siempre, el mejor que conozco, fresco jugoso y sabroso. El pincho para celiacos, pues sin pan, cortado con un cuchillo limpio y de un queso nuevo. Como es habitual da gusto acercarse a este sitio, siempre dispuestos a agradar.
Y un trozo de queso para llevar a casa, para la comida del domingo. ¿Quereis saber cuanto el total?. Pues acercaros y lo sabreis, merece la pena.
Coincidiendo con San Valentín el Carnaval, otra fiesta de origen pagano. Parada en La Pirula, parada y repostaje, lleno de la fauna habitual del lugar, pero disfrazados: batmans, muchas catwomans, zorros, Super-Pollo, Super-Gen y demás disfraces carnavalescos. Un ambiente de lo más divertido.
Siguiente parada, La Brocheta. Jesús Laya, siempre con algo en la cabeza para mejorar la carta, nos preparó una ración de salmón marinado en remolacha. Trampantojo especial, le da aspecto de un atún y le transfiere un agradable sabor, acompañado de salsa teriyaky y salsa de soja más wasabi. Estas dos últimas las ha de evitar mi acompañante celiaco, pero no hay problema por que lo sirven a parte. Un éxito esta próxima incorporación en la carta, delicioso e innovador.
Y por último parada en La Tolva. Tataki de atún con mayonesa de wasabi, alga wakame y huevas. Estupenda la ración, punto justo, más bien exacto. La mayonesa aportaba un buenísimo sabor al conjunto. Muy recomendable, una de las más llamativas y sabrosas elaboraciones de atún que he tomado últimamente.
Bueno, al final el «Picoteo San Valentiniano» se dio a las mil maravillas, cenamos de bar en bar picando, en cada uno algo distinto y cambiando de ambiente.