Hemos Comido…en El Ronquillo en Ramales de la Victoria, esta vez tocaba menú del día, quise parar en Casatablas pero tenían cerrado el comedor.
Mi intención inicial era comer en Castablas, pero al parar me comunicaron que ese día tenían cerrado el comedor. Venía ya algo tarde de Sangas, de la quesería Quesoba y después había parado en el Museo Etnográfico de Santallana, un curioso lugar; así que cogí el teléfono y llamé para reservar una mesa.
Nada más llegar me recibe Ceci para comunicarme que ese día David, su hermano y cocinero habitual, no está, que ese día estaba en cocina su madre, anterior cocinera durante años del lugar, a lo que contesté: «Ah, entonces hoy comeremos bien». Por lo que Ceci no pudo evitar reirse.
Tras este pequeño inciso, siendo como era un día donde se habían alcanzado los seis grados bajo cero por madrugada en el Valle de Soba, le entré directo al menú del día que incluía una generosa cuchara.
De primero cocido montañés. Un cocido muy bien elaborado, de apariencia algo más clara que lo habitual, debido al desgrasado y con un generoso compaño que incuía chorizo, morcilla, magro y tocino; alubia blanca justa de punto sin romper y una cantidad justa de berza. Una delicia de cocido, sobre todo por su finura.
De segundo pimiento rellenos de carne de cocido. De sabor radiante y con una espesa y sabrosa salsa, el pimiento rebozado y una ración de magnas dimensiones. La elaboración como antes, muy cuidada.
Para terminar un yogur al limón. Un postre con el toque justo de acidez y muy poco azucar, un final de lo mas feliz para un menú del día.
El menú del día resulta de lo más ajustado, buen precio y una elaboración muy en la línea de lo que siempore se hace en Ronquillo, calidad y cercanía. Está visto que en este sitio esté quien esté en la cocina se come de maravilla.
Por El Mule