Hemos Comido…En Pejanda en Casa Molleda.
Diciembre 2014. Tras la visita a El Invernal de San Ignacio tocaba comer y como sé de buena tinta que comer casero y bien en Polaciones es algo sencillo entré al primer lugar que vi, pues bien claro lo decia en el letrero: Bar Casa Molleda Comidas.
Como os decía en la introducción la belleza del entorno, las posibilidades para hacer senderismo y montaña, la amabilidad de los lugareños, vamos que es un sitio para quedarte a vivir.
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Si hay algo que caracteriza la zona es una economía de subsistencia, la mayoría de lo que surte a los negocios hosteleros son alimentos de la zona, con unas carnes de lo mejorcito, una leche como solo tenemos en Cantabria y una huerta de una calidad abrumadora.
En todos los lugares vas a encontrar referencia al Encuentru. Desde el año 2.002 la Asociación Socio-Cultural Pejanda, organiza esta actividad, una fiesta ya plenamente consolidada. Polaciones es desde entonces el escenario de “El Encuentru”, dónde se celebra de nuevo la romería que sirve para el reencuentro de los purriegos con su historia y sus tradiciones, que se plasma en una jornada no sólo de convivencia, sino de reafirmación de un Patrimonio Musical jamás olvidado.
Y es en la bolera de Pejanda, en Polaciones: La tierra desde la que se produjo en los años ochenta el despertar a los nuevos tiempos y al conocimiento de la mayoría de los cántabros, de un instrumento ancestral y desconocido para la mayoría de los cántabros: La bandurria, (rabel en el resto de Cantabria).
Los purriegos consideramos a la bandurria una parte muy importante de nuestra historia cultural, a la vez que una de las señas de identidad más características del Valle. Su tañer, en ocasiones melancólico, a veces alegre, siempre dulce y agradable, que acompañó a los purriegos ligado íntimamente a las “hilas” de las largas noches de invierno.
El sonido de la bandurria frente a una chimenea en las frías noches de invierno nos traslada de nuevo al recuerdo de viejas canciones, romances, coplas picarescas e irreverentes… y a la jota. La jota como máxima expresión de la bandurria, la jota que con tanto sentimiento interpretaron: José Fernández, Pepe el de Cotillos, Pedro Madrid, Quintana, Luís Gómez… y otros tantos.
Me sentaron en una mesa en el bar y enseguida me dijeron que tenían ese día, de primero todo guisos de cuchara, cocido montañes, lentejas y garbanzos. Yo tomé garbanzos, un primero de menú con el que podías comer perfectamente. Un guiso de garbanzos y diferentes carnes, potente, sabroso y generoso.
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Y de segundo carne de la casa: lomo. Unos gruesos filetes de lomo, con un agraciado adobo que deja claro el origen de la carne y unas buenas patatas fritas. Me costó acabarlo, entre el plato anterior y este resultaba una gran cantidad de comida. Así que del postre pasé, aunque había bastantes que llamaban la atención pero me resultaba imposible.
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Entre los postres me recomendaron la tarta de queso, arroz con leche y unas torrijas, pero me resultaba imposible así que pasé al caf. Quisieron invitarme a un chupito, pero tenía intención de volver por Palencia, poco a poco sacando fotos y no tenía ganas de multas, así que no me quedó otra opción que no aceptar tan amable invitación.
El importe de la comida: 10€. No dejeis de acercaros a conocer Polaciones y si os coincide un día como el que me tocó a mi no querreis iros nunca.
