Cueto es famoso por sus asadores de pescado desde hace muchísimos años, en un principio improvisados casi sobre la marcha y negocio temporal, coincidiendo con la etapa estival.
La tradición del asado de pescados en Cueto es algo cuasi ancestral, por lo que me contaba mi abuelo era muy habitual el ir a tomar un Chacolí de Cueto (famoso por su calidad y que se puede leer en el libro El chacóli santanderino en los s. XIII al XIX) y unos pescados a la brasa, que asaban los cuétanos en cualquier brasa improvisada fruto de la pesca en la costa, como complemento económico a la tradicional ganadería y agricultura que eran el motor económico del pueblo, siempre teniendo en cuenta que lo más barato era el pescado pues no había prácticamente demanda del conocido como pescado de roca y solamente se consumía por los pescadores y sus familias.
Durante todo el XIX y gran parte del XX fueron famosas las burreras de Cueto que surtían de leche fresca, huevos y verduras a la capital, Cueto fue durante mucho tiempo la huerta de Santander.
Desde los años setenta del siglo pasado se empezaron a establecer permanentemente los que todos los vecinos de Santander conocemos como los asadores en Cueto, todos situados en la Calle Inés Diego del Noval espina dorsal del pueblo.
Situados unos muy cerca de otros, lugares a los que nos desplazamos en verano a tomar una sardinas a la brasa, un bonito a la brasa, rape a la brasa, bacalao a la brasa o un chuletón a la brasa etc.
Hoy en día quedan cuatro asadores donde poder tomar un buen pescado a la brasa por un buen precio, unas sardinitas veraniegas con una sangría y un bonito a la brasa.
Conde Luna :
El Conde Luna mantiene la línea de cocina tradicional y casera de siempre. En verano se hace uso intensivo de una magnífica terraza donde sirven los tradicionales pescados y mariscos veraniegos, un lugar con todas las comodidades. Con un excelente servicio y una buena brasa
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El Pozo :
El Pozo es otra de las evoluciones de los antiguos asadores, desde 1976 dirigió este negocio Pedro García, hoy en día han tomado las riendas del negocio sus dos hijas y ha evolucionado hacia una cocina donde tenemos presentes clásicos de la gastronomía cántabra como el cocido montañés y jornadas gastronómicas sobre todo centradas en productos del mar, jornadas del congrio, del arroz, del bogavante del pulpo, etc.
Sigue fiel a sus inicios con la oferta típicamente veraniega de bonito y sardinas. Un sitio recomendable, donde las raciones son hermosas y el precio no es desorbitado.
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Abuela María :
La Abuela María, que abrió sus puertas en diciembre de 1987 y es famosa por el patrocinio del concurso de Olla ferroviaria de Cueto. El punto fuerte del establecimiento es la brasa, donde se elaboran las sardinas, el bonito, las costillas, los pinchos de carne, el chorizo, el solomillo, el chuletón, la parrillada de verduras o los espárragos trigueros. Un lugar recomendable.
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El Trébol :
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Tienen fama los platos de cuchara de Angelines, unos garbanzos con bacalao que borda, las alubias y en general todas las legumbres y los callos. La brasa es el centro de la cocina de este este establecimiento, tanto por la carne como por los pescados. Donde, a parte de la oferta veraniega, tiene disponible todo el año un bacalao a la brasa que borda. Todos lo días elaboran pimientos al carbón. La oferta de carne también a la brasa termina cerrando el círculo ofertado de este tipo de asados (carne-pescado-vegetales). El lugar es muy recomendable y el precio muy bueno, en verano monta una carpa donde sirve también cenas situada en la parte posterior del restaurante.
Bueno, pues este verano 2013 tendremos que acercarnos a Cueto a comprobar «que todas las cosas siguen en su sitio» y que se siguen haciendo unos buenos pescados a la brasa, como manda la tradición.