Hemos Comido…en La Reserva del Olivo, merienda-cena, toda una tradición siempre que vuelvo a Málaga.
Mi reserva privada en Málaga capital es La Reserva del Olivo. Siempre empiezo con un champán o un cava para abrir boca y siempre unas gambas recién cocidas.
Por primera vez cené en la terraza, algo que no me suele molar lo más mínimo, ya que siempre aparece algún espontáneo a darte el rato y por supuesto que apareció.
Como os decía al principio, comienzo siempre con unas gambas. Esta vez, en vez de gamba de Huelva cocida, tomé gamba roja de La Garrucha en cama de sal, otro concepto de gamba para mí desconocido.
Como gran parte del levante almeriense, el litoral garruchero se caracteriza por tener fondos profundos muy cerca de la costa. Esto ocurre porque la plataforma continental tiene poco desarrollo y se pasa rápidamente al talud oceánico. La Garrucha es un pueblo pesquero del levante almeriense y meca de la que para muchos es la mejor gamba roja del mundo.
Acto seguido, una porra antequerana con atún de la casa. Una ración «que quita el sentío» y que nunca me pierdo en la visita a este restaurante, siempre media ración, pues es una barbaridad.
Y para terminar unos chopitos bien escurridos y de mejor sabor. Hacía muchos años que no tomaba unos chopitos y estos os aseguro que son muy especiales, fritos a la perfección. No recordaba haberlos tomado nunca tan buenos.
Siempre me apabulla este lugar.
Para terminar un vino dulce del país, mejor final no lo hay, de aquí a dormir al hotel.
El Mule