Hemos Comido…en Villa Paramesa, un espacio gastronómico donde se derrocha imaginacioón y creatividad por los cuatro costados.
La opción de tapeo en Valladolid es única, hay una gran oferta de calidad, y una de las mejores la encontrarás en este lugar.
A la vista de la fachada no invita mucho a entrar, pero no te llames a engaños, quítate complejos y traspasa la puerta, no te arrepentirás. Se encuentra a pocos metros de la Plaza Mayor.
Negocio familiar de los hermanos Castrodeza, con José al frente de los fogones y Alicia encargada de los vinos. A nosotros, que nos gusta la barra, picotemaos desde ella, pero dispone de taburetes altos y una zona con unas pocas mesas en las que poder comer algo si piensas extenderte en el tiempo. 
Su statu quo se basa en la elaboración de tapas creativas, siendo recompensados con premios como el Pincho de Oro del Concurso Provincial de Pinchos de Valladolid o el subcampeonato del Concurso Nacional de Tapas que consiguieron en 2014.
Tomé un camarón mexicano. Un taco con bastantes sabores afrutados y un langostino, tapa de bocado casi único y fresco. Muy recomendable, creo que fue Pincho de Plata en el Concurso de Pinchos de Valladolid.
El siguiente un Ssan de Lechazo. Lechazo, cebolla roja encurtida sobre una lechuga iceberg. El hecho de ver esta lechuga en el plato (que quede bien claro, la lechuga icegerg, no otras) me echa bastanta para atrás, pero prescindiendo de ella el pincho resulta nuy agradable y sabroso.
Para terminar, Tres Cerditos. Cochinillo confitado, una tapa sorprendente de verdad y muy recomendable. Esta tapa rinde homenaje a este tradicional cuento junto con el cochinillo confitado las tres salsas: ajo blanco, ponzu y pibil.
Resulta increible la carta y lo que hay fuera de ella. Sí no estas a primera hora se complica la entrada, ya que habitualmente está lleno. Muy recomendable, para mí resultó el más interesante desde el punto de vista de la tapas; en lo referente a vinos también tiene una extensa e interesante carta, yo tomé Salvueros rosado.