Hemos Comido…en Sakura en el nuevo restaurante de Puertochico, similar al de mismo nombre en Vargas, y con los mismos dueños.
Febrero 2011. Este restaurante ocupa el antiguo local de Tapelia, muy bien situado y con varios comedores en las tres alturas de las que disponen. De entrada la carta es de las más largas que concozco. Decidirse por algo es complicado. Existe un muy buen menú del dia con un buen precio, también disponen de un menú degustación para indecisos y tienen cubiertos para los no acostumbrados a los palillos. Una alternativa para comer algo distinto en Santander, no exactamente comida japonesa tradicional, pero no esta de más la visita. A mí me gustó la mayoria de lo comido.
Comenzamos pidiendo una cerveza japonesa de las que tienen en carta, Kirin Ichiban, similar a cuanquier cerveza europea flojita.
Decidimos compartir todos los platos. Comenzamos con un shashimi de atún, bastante bueno, en trozos gorditos, y presentado en un barco de madera. Acompañado de jenjibre, salsa de soja y wasabi, la mezcla de los dos a mí me encanta con este tipo de pescado, bastante buena ración.
A continuación pedimos unas verduras en tempura, junto con las verduras venían dos trozos de pescado, no sabría decir cual, dos gambas, pimiento rojo, verde, pepino, calabaza, berenjena, cebolla. Muy bien frita y triscante, acompañada de una salsa bastante acuosa de muy buen sabor, yo también le pegé alguna pasada a la soja y me gustó también.
Como siguiente ración tomamos ternera a la plancha, unos trocitos de ternera muy limpios y jugosos, acompañados de pimientos. La salsa en la que bañamos la ternera tenía un aspecto como de mayonesa, pero nada que ver con esta, un poco picante y con un ligero y lejano sabor a barbacoa, muy buena, me encantó la ternera.
Y por último arroz especial japonés. Un arroz hecho en una cazuela de hierro colado y tapa de madera, con cuatro almejas, dos gambas, frijol mung y col. Muy bueno de sabor, me gustó.
De postre encontre Comtesa, no exactamente, pero una tarta bastante similar. Yo cada vez que la veo la pido, me trae muy buenos recuerdos. Mi acompañante se pidió macedonia japonesa, una macedonia claramente de lata compuesta en su mayor parte por lichis y algo de piña.
En resumen el servicio como en todos en esto lugares muy atento, la vajilla claramente centrada en la ceramica. El precio bastante bueno. Habra que probar otras cosas en un futuro.
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