Siempre he preferido calidad a cantidad y esto es lo que aquí te encuentras, una mini cocina de calidad. Prefiero pagar un poco más y que todo esté bueno, a pagar poco por una porquería. Eso sí, el servicio es bastaaante lento.
Picamos un cebiche de corbina, que por cierto nos gustó a todos. Es algo que no se me ocurriría pedir, pero mi hija muchas veces me sorpende y casi siempre para bien, tiene un buen ojo.
Y yo pedí una empanadilla argentina que me gustó bastante, bien rellena y sabrosa. No seguimos picando pues ya era tarde y teníamos una reserva para comer, pero este sitio promete, sobre todo para una merienda-cena o un picoteo.
