Hemos Comido…en Rubárcena en El Galeón, una ocasión muy especial donde cocinó para nosotros y comió con nosotros Rosa Mari, la cocinera y propietaria del restaurante.
Octubre 2015. Fue un auténtico lujo comer con una de las cocineras que más saben de cocina tradicional de Cantabria, guarda entre sus recetas elaboraciones como el cocido comillano, las lentejas con pulpo, callos con garbanzos, alubias con rabo de chon y un largo etc…
Al final resultó una reunión de trabajo donde compartimos impresiones sobre la cocina tradicional, los guisos de cuchara y la complejidad actual del mundo de la hostelería.
El artífice de este encuentro fue Pacho González de Miguel, nuestro cocinero favorito, el protagoniosta de nuestros vídeos de recetas en el Canal del Youtube del Mulecarajonero. A raiz de un curso que impartió Pacho sobre pinchos en San Vicente de la Barquera conoció a Rosa Mari y comenzaron a compartir conocimientos gastronómicos.
Prácticamente la totalidad de lo comido procedía de los alrededores, de su huerta o estaba elaborado por esta cocinera. Ensalada con jamón de pato y boletus, fueron los primeros boletus de este otoño y la ensalda resultó un auténtico deleite, la lechuga y los tomates cherry de la huerta de Rosa.
Continuamos con un alubias blancas con chorizo. Una clásica receta de nuestro país, elaborada con unas alubias recién recogidas de la huerta, todavia sin secar, lo que permite elaborar unas alubias similares a unas pochas, blandas y más sabrosas que unas rehidratadas, un caldo bien ligado y un buen sabor. Un plato muy dificil de encontrar y sólamente disponible en esta época de recogida.
Continuamos con unos chicharros fritos. Sabor, sabor y sabor. Chicharro de buen tamaño, recién pescados por el hijo de Rosa. Una simple, pero no por ello desdeñable, elaboración. Saludable en todos los aspectos, buenísimos.
Y para terminar un postre también elaborado en casa con diferentes frutas procedentes de la huerta, kiwi y manzana.
En fin, un cúmulo de sorpresas. Si hay algo que siempre me llama la atención de este lugar es que no termina de sorprenderme, cada vez que paso me encuentro con algo nuevo. La razón es muy sencilla, Rosa Mari vive por y para la cocina. Al final los cuatro comensales que éramos, Toño, Pacho, Rosa y yo, terminamos de hablar a las tantas, resultó una jornada de lo más valiosa en intercambio de ideas.
Esperemos repetirlo en breve, y se que va a ser así, me ha prometido hacer unas lentejas con pulpo de Comillas, algo que según me han contado cada vez que lo hace hay «tiros» en casa para comerlo.
Por El Mule