Hablar de los pimientos de Vicente es hablar de un producto con nombre y apellidos, algo que nadie hace a la brasa como en este asador y que veremos lo fácil que es.
No todo el año están disponibles, pero en la época de los pimientos de Isla, en la Taberna dan una vuelta de tuerca más a la ya de por si difícil tarea de mejorar los pimientos.
Como todos los pimientos provienen de América, concretamente el pimiento de Isla es una variedad del pimiento de California, aunque presenta unas características morfológicas y agronómicas propias que lo convierten en el mejor pimiento de asar del mundo.
Entre sus características fundamentales, los pimientos de Isla calidad controlada, poseen un espesor de pared mayor que el de California, llegando a superar un centímetro de grosor. Además son más largos que anchos, al contrario que este último.
Muchos se preguntarán a que es debido que el pimiento, en la zona de Isla, presenta tantas peculiaridades que le distinguen de otros pimientos similares. Pues bien, por un lado, se debe al tipo de terrenos arenosos y sueltos. Por otro, al característico clima de Isla que hacen que la brisa marina impregne la atmósfera de sal, lo que le proporciona una dulzura y una explosión de sabor extraordinaria e inconfundible, que lo hace muy apreciado por los paladares más exigentes.
Cuando está verde es una delicia frito en aceite de oliva. Cuando llega a su plena madurez, adquiriendo un color rojo muy intenso y ya hemos dicho que es el mejor pimiento de asar del mundo, o sea que rojo asado.
El secreto de los pimientos es que no hay ningún secreto, pimientos de mucha calidad, muy carnosos y fuego, unos veinte minutos en la parrilla, se les quita la piel, que sale prácticamente sola un chorro de aceite y sal y voila, la magia está hecha.
El perfecto acompañamiento
Por EMC