Hemos Comido…en El Galeón, Agus se encargaba de la comida y Navarro de los vinos y alguna cosilla más.
Lo primero tomar un vino fresquito y refrescante, un rosado elaborado íntegramente con Tempranillo procedente de viñedos situados en Pesquera de Duero. De color rosa pálido con aromas a frutos rojos y fresa, en boca es amplio, untuoso y goloso.
En la terraza.
Vermut como a mí me gusta, cargado de hielo con un poco de naranja y un twist de angostura, un vermut de Navarro.
Pimiento de Isla de Navarro, cebolla toja, puerro y bonito de Agustín, todo aderezado con un vinagre de naranja.
En el comedor.
Los garbanzos con morros. Un guisote para descubrirse, sabor a raudales. Agustín se nos ha convertido en un guisandero de altos vuelos y últimamente nos deleita con unos potentes guisos de los que da gusto repetir hasta no poder más.
En esta ocasión acompañado de un Rioja Valoria, un Tempranillo con notas de fruta negra y los especiados, así como otros aromas procedentes de su crianza como el cacao. Vino Valoria un Rioja moderno y fácil de beber.
Albóndigas con patatas artesanas acompañadas de un Tamaral finca Velia. Albóndigas jugosas con salsa de cebolla, una delicia. Las albóndigas son unos de mis guisos favoritos, siempre me apetecen, pero cuando son jugosas y sabrosas.
Un tempranillo elaborado a partir de viñas viejas situadas a una altitud superior a 900 metros en Pesquera de Duero. Tiene una crianza de 14 meses en barrica nueva de roble francés que dota al vino de aromas a vainilla y notas especiadas.
Caracoles a las puertas del verano, una salsa donde todo pan es poco y con la montañesa siempre descubres algo nuevo ya es única en cada casa, buenísimos. El vino que tomamos con esta ración fue un finca la Pica un crianza de Rioja. Coupage de Tempranillo, Mazuelo y Graciano Color rojo cereza, con ribete granate. Aromas a fruta escarchada, especiados, tostados y torrefactos. Buen compañero de la ración no ensombrece a los caracoles los complementa.
Picaña. Decir que estaba buenísima es quedarse corto, ración abundante, como las raciones a las que nos tiene acostumbrados Agustín, y tres pimientos bien asados, rojos y verdes.
Tamaral Finca La Mira, monovarietal de tempranillo, un Ribera que presenta un color rojo picota intenso. En nariz podemos encontrar multitud de aromas complejos como frutos negros, cacao y especias. En boca es potente y con un final largo y persistente el mejor acompañante para una buena carne.
Agustín hace unas trufas de chocolate que son palabras mayores. Cacao, naranja y licor poco más que decir. Los vinos que las acompañaron fueron para cada comensal el que considero oportuno, pero siempre tinto, yo opté por seguir con el que acompañó tan magistralmente a la carne y que también hizo las delicias con estas maravillosas trufas.
