El pasado encuentro de fin de año en Hostel & Co demostró, una vez más, que la verdadera excelencia culinaria reside en la ejecución técnica y la calidad del producto. Nuestra comida de Navidad, lejos de modas pasajeras, se centró en la tradición bien entendida, con el cochinillo asado como protagonista indiscutible.
El inicio inesperado: Tomate de temporada, el golpe de efecto
El arranque fue un claro ejemplo de cómo la improvisación puede elevar un menú. Mientras nos poníamos al día en la barra, la mirada se nos fue a una tanda de tomates, de apariencia humilde y ‘fea’, que nuestro anfitrión había reservado. Este tipo de producto, cuando es de verdad, no necesita disfraces.
Servidos con un aliño pulcro que respetaba la intensidad y dulzor inherentes al fruto, estos tomates abrieron el apetito de manera impecable. Un recordatorio de que en la alta cocina, a veces, menos es la fórmula del éxito.
Recuperando la tradición: Consomé y Tío Pepe
El siguiente acto fue una dosis de confort culinario: un consomé de manual. En una época donde este caldo concentrado está en peligro de extinción en las cartas, encontrar un perol generoso y bien elaborado es una bendición.
A pesar de la copiosa ración (y sí, sobró una buena cantidad), su profundidad y textura nos conquistaron. Como punto de diferenciación periodística, cabe destacar el pequeño ‘truco’ de añadir unas gotas de jerez Tío Pepe para realzar su perfil aromático. Un detalle que merece ser replicado.
El centro de la mesa: Cochinillo Asado al nivel Segoviano
Llegamos al plato fuerte: el cochinillo asado. En este punto, no hay margen para la mediocridad. El Hostel & Co presentó una pieza digna de la mejor escuela de asadores.
- Piel: Crujiente y dorada, sin una pizca de humedad.
- Carne: Jugosa en el interior, con la grasa perfectamente fundida y no invasiva.
- Presentación: Sencilla, con una guarnición de lechuga que aportaba frescor.
La técnica de cocción, que consigue un resultado cárnicamente tierno y exteriormente quebradizo, es lo que marca la diferencia. Quienes hemos probado el lechón o cochinillo en Segovia y alrededores podemos afirmar que esta versión no desmerece en absoluto; de hecho, compite de tú a tú en cuanto a textura y sabor.
Epílogo dulce: Tiramisú artesano y la sobremesa
El broche lo puso un tiramisú que se elaboró en el momento. Una crema ligera y bien texturizada, con el café y el cacao en el balance perfecto, alejada de las versiones pesadas y empalagosas. Fue un final de comida (no de sobremesa, que se alargó) elegante y memorable.
Conclusión: La elección de Hostel & Co para nuestra comida de amigos fue un acierto rotundo. La cocina de producto de calidad y ejecución precisa siempre será la apuesta ganadora. Si buscan un lugar donde disfrutar de un cochinillo asado impecable, esta es una parada obligada en su ruta gastronómica.
Por El Mule
Histórico de visitas al Hostel & Co
Ubicado en: Pl. Estaciones, 1, 39002 Santander, Cantabria
Teléfono: +34 942 36 11 39
web: El Hostel & Co