Bocartes y Cava, el pasado Día de la Madre decidimos celebrarlo de la forma más sabrosa posible: haciendo ruta por algunos de nuestros bares y vinotecas favoritos de Santander. Salimos con un antojo claro —bocartes a la plancha— y encontramos mucho más: producto de temporada, vinos sorprendentes y esa esencia única que solo ofrecen los locales donde se respira gastronomía con alma.
El bocarte es un pescado azul que, cuando llega la primavera en el Cantábrico, ofrece su mejor versión para la plancha. Esta temporada ha sido especialmente buena: capturas de gran tamaño y calidad, lo que lo convierte en una delicia imprescindible para los amantes del producto local.
¿El secreto para que el bocarte a la plancha brille? Buen tamaño, frescura, y una preparación sencilla. Se limpia y abre en mariposa, se cocina por la parte interior y se sirve manteniendo intacta la piel plateada, señal de frescura y cocción correcta. Solo necesita sal y calor, aunque en muchos lugares se le añade una ligera fritada de ajo picado. Si se dosifica con mesura, el ajo realza sin robar protagonismo.
Primera parada: The Winery – Historias líquidas y burbujas elegantes
Comenzamos en The Winery, vinoteca de referencia en la calle Santa Lucía. Allí nos dejamos sorprender por una joya enológica:
Alta Alella Laietà Gran Reserva Brut Nature 2020, un cava ecológico del Maresme, que ya conocía de una visita anterior a Granollers. Con su burbuja fina, textura untuosa y carácter afrutado, se convirtió en el compañero ideal para unos boquerones marinados semifríos con un sutil toque picante.
La experiencia fue más allá del paladar: nos hablaron de la bodega Viña Aurita, proyecto del viticultor gallego Carlos Carballo, quien cultiva sus viñas en A Pobra do Brollón (Lugo), en la ribera del Sil.
Carballo trabaja al margen de las denominaciones de origen, sin aditivos ni maquillajes en el vino. Su filosofía: “vinos sin química, sin trampas”, elaborados a mano y con tiradas muy limitadas, auténtico, directo y con alma de terruño.
📍 The Winery – Santa Lucía, 23, Santander
📞 614 417 564
📱 @thewinery_santander
Segunda parada: La Bombi – Tradición y sabor en la barra
La Bombi es un clásico indiscutible para vermutear o blanquear —como se dice en Cantabria al acto de disfrutar del aperitivo matutino—. Su barra ofrece una excelente selección de raciones tradicionales: mejillones, rabas, salpicón y, por supuesto, bocartes.
Nos rendimos al antojo: bocartes a la plancha tan sabrosos que merecían “piso con vistas al mar”. Les siguieron unos mejillones en escabeche —uno de los emblemas de la casa—, y repetimos bocartes para cerrar con broche de oro. El cava habitual del local, un Raventós i Blanc, redondeó la experiencia. Atención excelente con Fortu al frente de la barra, lo que garantiza profesionalidad y trato cercano.
📍 La Bombi – Casimiro Sainz, 15, Santander
📞 942 21 30 28
📱 @labombirestaurante
Última parada: La Mulata – Producto de temporada en su punto justo
La ruta terminó en otro de nuestros imprescindibles para el blanqueo matinal: La Mulata, conocido tanto por su barra como por las jornadas temáticas que organiza a lo largo del año —con especial mención a las dedicadas al centollo—.
Seguimos con Bocartes y Cava. Los preparan exactamente como a mí me gustan: bien limpios, al punto de plancha, jugosos y con ese sabor puro que solo da el producto bien tratado. Añadimos media ración de rejos y cerramos con una tarta de queso cremosa. El cava cumplió su función, aunque no vimos la etiqueta, despiste. La barra estaba llena, pero logramos un hueco para disfrutar como se debe.
📍 La Mulata – Calle Tetuán, s/n, Santander
📞 942 36 37 85
📱 @restaurantelamulata.santander
Santander ofrece múltiples formas de celebrar, pero pocas tan auténticas como una ruta gastronómica basada en producto de temporada, buena barra y vinos con historia. En esta ocasión, el bocarte fue el hilo conductor, símbolo de una primavera generosa y de una cocina que sabe respetar lo esencial.
Bocartes y cava, conversación y barra: los ingredientes de una celebración inolvidable.