Hemos Comido…en Tanos, en el Pericote un día normal lleno de gente comiendo sobre todo carne, una carne espectacular.
Octubre 2013. Si hay algo que llama la atención es la cuidada puesta en escena de todo en El Pericote, una carta distinta, una distribución cómoda de las mesas, una distribución de cubiertos y vinajeras distinto, hasta el cubo del pan es distinto, es que es un cubo.
La mayoría de la carta esta escrita en la pizarra, algo que me encanta pues da un aspecto más rustico al local a la vez que evita cierto tipo de equivocaciones.
Y una barra de pinchos que incita a tomar algo a la hora de tomar un vinito acompañado de, una buena vista siempre influye.
El local situado en los bajos de un chalet goza de unos cuatro entornos donde poder tomar una copa, un vino, desayunar, comer o cenar. Dispone de cuatro ambientes, barra, comedor, terraza y mesas de picoteo en la zona de barra.
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Nada más entrar me encontré con Cristian Cacho con la pose de la fotografía, estaba claro que ya sabía que tomar de segundo, no me hacía falta ver la carta para decidirme.
Tras las presentaciones pasamos al comedor donde me atendió Cesar Muriedas, habíamos coincidido esta semana en una cata de whisky Macallan y quedamos en pasarnos a comer, pero mi acompañante fallo así que me presente solo.
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Enseguida me tomaron nota y se ofrecieron a tomar la comida con dos vinos diferentes un blanco Costa de Cantabria de Asier Sel D´Aiz, Yenda Spicata.
¿Que es Spicata? pues la Mentha Spicata, es la hierbabuena o menta que todos conocemos. Y es que es un olor muy característico de este vino, muy agradable al paladar, un vino amarillo ligeramente dorado, elaborado con uva albariño, en boca es untoso, se nota el periodo de la evolución de unos 5 meses sobre sus lías, ya conocía el vino pero sobre la mesa me gusto todavía más que a pelo como lo tome en DeLuz durante la cena UAES ODECA Alimentos de Cantabria.
Le deje a Cesar que eligiera por mí a excepción de una carne de segundo que ya tenía «apalabrada» y comenzamos con una ración de ensalada de paleta de Guijuelo, las ensaladas no son Santo de mi devoción, pero me deje convencer y al final me venció, la ensalada a parte de la «Floreteada» (todas me parecen sacadas de la bolsa de florette) habitual de estas raciones venia acompañada de unas lonchas de paleta ibérica de Guijuelo de excelente sabor y unos trozos de Queso fresco de Lebanés, un queso que a mí en concreto me vuelve loco desde que lo descubri en la I Feria del queso de Uniko, una delicia, al final el jamon y el queso aportan un excelente sabor a esta ensalada, muy buena.
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A estas alturas de la comida ya había entablado conversación con la mesa de mi derecha donde me encontré con un amiguete de juergas estudiantiles que no veía hace más de treinta años, Braulio, hoy en día respetable veterinario antaño juerguista interperrito, se había desplazado con otro veterinario para comer la carne que tan merecida fama ha cosechado este local, estaban dando buena cuenta del chuletón que aparece al principio del artículo, por cierto de dimensiones pantagruélicas.
De pescado del día tenían lubina en esta también me venció, me sirvió media ración para que la probara, de hecho me venció y al final termine convencido. Una lubina salvaje perfecta de punto, pasada por la plancha y terminada en el horno acompañada de un pisto de verduras, sobre una patatas panaderas, la lubina estaba buenísima, esta es una de las pocas veces que me ha gustado este pescado el cual habitualmente no pido debido a que no me sabe a nada, es demasiado suave para mi gusto, hacer mención también a un esparrago fresco que coronaba la ración y estaba de cine, una ración muy recomendable.
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Ya preparando la entrada a la carne cambie el Yenda, por un Beso de Rechenna un vino de crianza monovarietal de uva bobal. Es un vino de D.O. Utiel-Requena, elaborado con uvas de la variedad autóctona Bobal, procedentes de viñedos de más de 40 años de edad. Maceración con remontados durante 15 días. Una vez descubado, crianza de 8 meses en barricas de roble francés y americano.
Presenta un color rojo rubí brillante acompañado por aromas a fruta negra, vainilla y algo balsámico. Entra bien en boca, redondo, de cuerpo medio, fresco con final alargado con toques de madera, una excelente elección de Cesar para acompañar a la carne.
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Y pasamos a la carne y aquí es donde todavía hay más diferencia con otros lugares, en primer lugar te enseñan la pieza que te vas comer, si estás de acuerdo te la preparan, añadido a la visión te cuentan la raza y tipo de carne y los periodos de maduración, algo que vengo demandando desde hace bastante que no limiten las cartas a servirte «entrecote» que quiero saber lo que como, y en este caso sé que me comí un entrecote de vaca pinta de cuatro años con cuarenta días de maduración.
Todo esto se debe a la vinculación de la familia de Cesar con el mundo del ganado, tiene una directa relación familiar con tratantes de ganado por lo que una vez por semana se desplaza para elegir las piezas que él cree oportunas para ofertar en el Pericote.
La carne estaba espectacular yo la daría el título del entrecote perfecto, carne bien madurada, bien entreveteada y en su justo punto, acompañada de pimiento verde, rojo, patatas fritas y unas berenjenas a la plancha, en este lugar si pasas tienes que probar la carne a toda costa, calidad-punto perfecto.
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Bueno hasta ahora no habíamos hablado de ello, Pericote es el nombre que reciben dos bailes tradicionales, uno de la comarca de Liébana y otro del concejo de Llanes. El nombre proviene de dónde los «pericos» que eran mujeres, se vestían de hombres para realizar los bailes.
El servicio es de lo más agradable, siempre pendiente sin agobiar, el precio me pareció justo para con lo servido, un sitio a recomendar, y no solamente por la carne, la carne es únicamente otro aliciente más. Recomendable.
Avenida Fernández Vallejo 51 39316 Tanos 942180888 elpericotetanos@gmail.com