Hemos Comido…en el Bar Sánchez, un clásico de Porrua famoso por los campeonatos de mus y por las rabas de pulpo.
Octubre 2014. Grabando con rabas y a lo loco me enteré, a traves de Luis el pescadero que participa en la grabación, que todavía quedaba un sitio donde las hacen. Luego supe que en La Bicicleta en Hoznayo también hay veces que las tienen en carta.
Me dirigí veloz hacia Sánchez y me encontré con la puerta cerrada, estaban de vacaciones. Esperé a su vuelta y el primer sabado allí me presenté. Tras el clásico palique inicial, donde descubrí que las rabas son de pulpo cabezón, un pulpo con la cabeza más grande como se desprende de su nombre y un poco más corto de rabas. Todavía no he descubierto de que tipo de pulpo se trata, los congelan para que se rompan la fibras, se harinan y se frien directamente.
Esta fritura, aparte de que me encanta, me trae muchísimos recuerdos de mi infancia. A mi abuelo le encantaba la pesca, pasión que heredé, marisquear por la ribera, pescar en la costa. Si no era una cosa era otra, pero siempre venía de pescar con algo a casa, y siempre nos los comíamos la familia al completo y una de las más habituales era las rabas de pulpo, después de secas, fritas.
«No tiene ni huesos, ni espinas, ni cáscara, ni corteza, ni pepitas. Todo es carne», dicen los gallegos cuando alaban al cefalópodo, imprescindible en cualquier fiesta popular gallega.
Según palabras del escritor y gastrónomo Álvaro Cunqueiro, Galicia tiene fama de ser «el pueblo más pulpeiro del mundo». Sin embargo, también puede tomarse buen pulpo en muchos lugares. En Cantabria son famosas las rabas fritas de pulpo, aunque ya es dificil encontrarlas, solamente nos queda este bar en Porrua que las sirve.
Al final pagué algo más de 3€ por un medio de solera y media ración de rabas. También se podía observar mejillones en la barra. La foto de arriba es una ración completa que me dejó fotografiar un paisano que se la estaba tomando junto con un medio Martini.
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