Hemos Comido…en este italiano situado en Revilla de Camargo, ahora por que cuando comimos estaba situado en el antiguo local de La Sardina de Plata.

Yo no soy muy de comida italiana, pues la pasta generalmente no me vuelve loco y las pizzas me parecen en la mayoría de los casos una estafa.

El trato es muy cordial y atento y el servicio es bastante rápido, antiguamente en este local estaba el restaurante La Sardina de Plata, restaurante de los emblemáticos de nuestra ciudad propiedad del mejor gastrónomo del siglo XX, Victor Merino, uno de los personajes claves en la renovación de la cocina y de la restauración pública en España de origen riojano, pero criado en Santander.
El nuevo propietario del Locanda Del Mare, decidió conservar su estética en forma de camarotes de barco, dándole algunos pequeños toques.

Comenzamos con un vittelloo tonnato, es un plato de tradición italiana y su nombre viene de la frase italiana “vittello tonnato”, o “ternera atunada”. El Vitel Toné lleva una salsa con una combinación de atún, huevos duros, anchoas, mayonesa y alcaparras. Estaba bien sin más. 

Pepata di cozze mejillones con perejil, pimienta, pan rallado, parmesano y ajo, bastante buenos. 

Y de segundo los dos tomamos solomillo al gorgonzola, bastante bueno.

Nos recomendaron comer con Teroldego, es un vino de origen italiano y sabor seco que en boca tiene mucho cuerpo y estructura, con muchos taninos. Este vino destaca por su inconfundible intensidad aromática, con notas de violeta y frambuesa. Su color rubí intenso con matices violáceos se debe al hecho de que se trata de un vino tinto joven, de corta crianza. Tiene en la carta bastantes vinos de origen transalpino, por lo que es una oportunidad para probar algo distinto.

El precio dentro de lo esperado y el servicio diligente.

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