Hemos Comido…en La Taberna del Herrero en la S20, el más joven de los locales y el más multitudinario, con unas monstruosas instalaciones.
Grande y con mucho ruido, habitualmente debido a la cantidad de gente que se acerca a comer, pero con un menú y una carta atrayentes. El aspecto está muy cuidado, está decorado con mucho gusto, además existe un buen distanciamiento entre mesas, lo que brinda gran comodidad a la hora de comer.
Comencé tomando una nomenclatura del bocarte: anchoa, boquerón y bocarte rebozado. La anchoa bien, el boquerón no era artesano (se notaba pues tenían bastante resabor) y el bocarte rebozado era bastante bueno.
Acompañados del siempre denostado limón, que en mi caso sirve únicamente para lavarme las manos, ya que ho hay mejor útil para quitar el olor a pescado y marisco de las manos.
Continué con una hamburguesa de vaca de buen tamaño. Muy bien hecha de punto, acompañado de algo de florette, bacon perfectamente crujiente, cebolla y pepinillo, y pan, pan de verdad, nada de otros tipos de pseudopanes que acostumbran en otros sitios. Una lástima las patatas, desmerecían el plato.
Así como los bocartes no me convencieron a cien por cien, la hamburgeusa resultó una buena decision a la hora de pedir, aunque prefiera la carne sin picar, pero hay que comer de todo pues es en lo que se basa la dieta cantábrica.