Pasear por Madrid es sinónimo de encontrar novedades a cada paso.
Llevo viniendo al foro desde que tengo uso de razón, siempre me quedaba en la zona de Vallecas donde residía la mayoría de mi familia y donde no acercábamos a comer cocido madrileño al bar del pariente y donde por la tarde nos daban bocata de boquerones o de lo que se terciase.
Después ya mayorcito aprovechaba los desplazamientos de mi madre, para acercarla en el coche y de paso vivir la noche madrileña con mis primas eran los 70 y 80 más adelante me subía a la capi a pasar el fin de semana con mi novia que estudiaba en Madrid y después la mayoría de las veces que he venido ha sido por trabajo.
He visto como cambiaba el centro de la ciudad manteniendo cierta homogeneidad y como lo que en aquellos años eran las afueras se han incorporado al centro, se han perdido muchos lugares que frecuentábamos en aquellos años por el centro como en la zona de Malasaña, Vallecas, donde podías escuchar música en directo en muchos antros de la zona donde actuaban cantidad de grupos muchos de ellos venidos a la city a buscar fama.
En el mundo gastro se han perdido muchos garitos donde se podía comer bien por poco hoy en día es algo impensable el por poco no forma parte de la cartera del madrileño, pero sigue manteniendo ese espíritu canalla que los caracteriza y que le obliga a salir a la calle en cuanto tienen ocasión.
Se ha perdido gran parte de este espíritu, pero se sigue manteniendo ese otro espíritu donde todo el mundo en bien recibido y donde cualquiera puede sentirse gato.
La oferta hoy en día está enfocada al turismo pasajero y uno de los grandes exponentes de este espíritu es el Mercado de San Miguel, un espacio que siempre está a rebosar y en las fechas en que me acerque, próximas a Navidad estaba que no cabía un alfiler.
Pasear por la plaza mayor con el mayor exponente de belenes de España y participar de la algarabía general donde se junta todo tipo de gente a participar de las fiestas.
Y de paso hacer una visita a mis amigos de Quesoba.
