Muriedas Las Portillonas

Hemos Comido…en Muriedas en el ya clásico restaurante Las Portillonas que dispone de una carta con variedad de entrantes de gran calidad. Aunque es posible comer pescado, mi recomendación es elegir carne, y hay que destacar el exquisito chuletón a la piedra.

Lugar al que en innumerables ocasiones nos hemos desplazado, a comer el menú del día pues suelen tenerle muy recomendable, o a alguna reunión sobre todo de amigotes del trabajo, aponernos ciegos a chuletón a la piedra. Tiene una carta de vinos con muchas referencias de gran calidad y de los que se puede disfrutar sin necesidad de pagar una barbaridad. En resumen, muy recomendable, cocina tradicional de calidad a muy buen precio.

En la última ocasión comenzamos con una ensalada normalita que se componía de espárragos, lechuga, aceitunas y atún. Croquetas caseras, estaban riquísimas, eran de carne, muy bien hecha la besamel, el plato era abundante, contenía por lo menos una docena y de buen tamaño.

Revuelto de Setas y Gambas, no es santo de mi devoción, pero no este, sino la mayoría de los revueltos, así que poco puedo opinar de él, me gusto, estaba bien.

Y pasamos a los segundos Chuletón de Vaca Decidimos pedir dos chuletones para tres, servido en un plato de barro, era animal grande, cosa que se agradece, bien madurado, blandito y en un punto bueno, el problema es que al estar caliente el plato de barro se sigue haciendo por lo que tienes que comerlo rápidamente si no quieres que se te pase de punto, acompañado de una sal gorda y patatas, una buena ración unos 1250 gr. Aconsejable.

Al final y después de los cafés y los chupitos de orujo, la nota resulto bastante baja. Es de resaltar el servicio muy atento a pesar de estar a rebosar el local.

Volvemos en el 5 Junio 2.010 En esta ocasión somos dos parejas, comenzamos con una tabla de ibéricos y quesos, el queso muy en su punto habiendo manchego y picón, buenos los dos. En cuanto a los ibéricos, es una pena pues estaban cortados a máquina, pero eran de buena calidad, había lomo chorizo, cecina, por cierto muy buena.

Continuamos con una ensalada de bacalao, acompañada de pimientos, piñones y pasas, bacalao en su punto nada pasado, con un toque de Módena, algo diferente, recomendable.

Y pasamos a los segundos, compartimos un chuletón de novilla a la piedra como no podía ser de otra manera, blandito, acompañado de unas patatas con pimientos, de aproximadamente kilo y medio, recomendable.

Las acompañantes optaron por rodaballo a la plancha, que les gustó mucho y eso que hay alguna buena cocinera entre ellas. De postre tomamos un postre de la casa, compuesta de queso y sobao, algo diferente, muy buena.

Todo lo acompañamos con un Protos Crianza del 2006. Café y chupitos. El precio ajustado. Seguimos resaltando la calidad del servicio y la calidad de los ingredientes. Un saludo a los camareros que han sido excelentes y hasta próxima, a no mucho tardar