Hemos Comido…en Málaga en Santiago Sedeño, un clásico de la ciudad. Me he propuesto conocer todo lo que pueda la cocina malagueña y este es un sitio con un montón de elaboraciones tradicionales.
En un pequeño callejón se esconde este mesón, y los mesones de Málaga siempre me convencen, por lo menos hasta ahora. El local tiene tres ambientes, una zona con barra donde todos los presentes eran locales y donde me acomodé, una terraza que llena el final de un callejón y otro comedor justo en frente, todo con aire de taberna andaluza.
Si hay un refresco nacional ese es la sangría, si está bien hecha me encanta. Lo bueno que tiene es que refresca, está rica y te puede acompañar perfectamente en una comida; hay diferentes maneras de hacerla. Me tomé una de buen tamaño y fresquísima.
Tapas y medias raciones en Mesón Santiago de Sedeña. Un potaje de vigilia con cachón (aquí jibia). Tapas, esto son tapas, una manera muy agradable de comer y de probar más cosas que pidiendo raciones. Esta en concreto me pareció muy buena, es famosa en toda la ciudad: espinacas, patatas y jibia; una cuchara bien potente, como debe de ser un guiso de esta características. Muy recomendable.
Callos, diferentes pero no por ello menos sabrosos. En esta zona les gusta bastante que estén condimentados con clavo, que es una especia que no me seduce excesivamente, pero estaban bien buenos.
Ensalada de pimientos. Mejor imposible, con una cebolllita muy interesante, me resultó deliciosa, buen pimiento y mejor aliño.
Y huevas de merluza, o eso me dijeron, ya que el color rosita no me convenció, pero la ración sí que aí, de las mejores huevas que he tomado, jugosas y sabrosas, el aliño era brutal. Olé por el lugar, una comida muy a gusto.
Para terminar un trocito de cielo, aunque sea de su tocino.
Como podeis ver el RCP es buenísimo, una comida muy bien traida a un precio de casi menú del día.
