Hemos Comido…en La Yaya, en Meruelo, apuesta segura, incluso entre semana.
Tenemos un compromiso con unas amigas y después de mucho pensar, nos vino a la cabeza comer en La Yaya, en el barrio de la Iglesia, en San Mamés de Meruelo.
De aquí tenéis varias referencias en este mismo blog. Un consejo, no para este establecimiento, sino para todos en general, no crearse expectativas. Lo digo porque, siempre que escribo un post intento informarme lo máximo posible sobre el lugar y leer tanto las mejores como las peores opiniones, independientemente de lo que tenga en mente escribir. Me resulta muy repetitivo y a la vez triste, que en la mayoría de los restaurantes que visito, las opiniones negativas se basan en las altas expectativas creadas con antelación y por otros motivos ajenos a la comida que se disfruta.
Tengo por buena costumbre no aconsejar nunca un sitio para comer y tampoco hablar de él cuando voy a comer con alguien en una fecha próxima, y creerme que acertareis si evitáis comentarios al respecto, la gente va más tranquila, sin expectativas previas y disfrutará del lugar, del servicio y de la propia comida.
Como os he dicho anteriormente, nos presentamos un martes con unas amigas, sin intenciones previas de si carta, menú o degustación. Llegamos a la hora reservada, el comedor a la mitad de mesas, escogemos la última que está pegada a la terraza de verano y muy cerca de la puerta de la cocina, para ver salir y volver los platos, que es algo que me encanta y me ayuda a generar un criterio para la escritura.
Nos dejamos asesorar por Oriol que nos presenta el menú diario, si no encontramos algo a nuestro gusto, nos pasará la carta. Seis primeros a elegir, cinco segundos y cuatro postres. No va a ser necesaria la carta, los platos son lo suficientemente atrayentes para los cuatro. Para beber, agua y una botella de Coto de Hayas Roble del 2015, vino del menú diario.
Entre los primeros para elegir tenemos Alubias Pintas con Carrilleras Ibéricas; Ensalada Caprese con Albahaca y Aceite Rojo, Risotto del Bosque, Alcachofas Salteadas, Pasta Negra Carbonara o Habitas Baby. Pediremos dos Ensaladas, Unas Alcachofas y una de Alubias. Las Ensaladas tienen muy buena pinta, esta ensalada, que debe su nombre a la Isla de Capri, es un conglomerado de sabores con su Tomate, Mozzarela, Albahaca, Olivas y Aceite, se puede comer algo más Mediterráneo? Las Alcachofas, estaban estupendas y mis Alubias (que conste que no suelo escoger platos de cuchara) estaban absolutamente espectaculares, de las que se quedan un tiempo en la memoria.
Los segundos también a elegir son interesantes; Dorada a la Espalda con Vinagreta de Guindilla, Lubineta a la Plancha, Churrasco de Ternera con Patatas y Pimientos, Hamburguesa de Cordero Estilo Hindú con Salsa de Yogurt Griego o Presa Ibérica al Oporto.
Nos decantamos por La Dorada, La Lubineta, La Hamburguesa y El Churrasco. Los pescados, de buen tamaño, se sirven con medio Pez que cubre el plato y acompañado de Patata Panadera y Verdurita, La Hamburguesa triunfó y mi Churrasco, muy bueno de sabor, pero un poco correoso, problema ajeno al restaurante, cuando toca, pues toca.
Para el postre; Tarta de Coco, Imposible de Café, Mousse de Nata con Frutos Rojos y Brigadeiro. Dos Brigadeiros, Tarta de Coco y Mousse de Frutos Rojos, las cucharas pasan de uno a otro, síntoma inequívoco de que están como parecen en las fotos. Cafés y Tés ponen fin a este estupendo menú de entre semana en La Yaya Company.
Por primera vez desde que colaboro con esta página, no os he podido fotografiar la factura final. Ya que, me ha sido imposible tanto el pagar como el fotografiar la factura. Nuestras amigas han quedado tan contentas que nos han invitado, agradecido la elección del sitio y se han comprometido a volver sin tardar. Para poneros en antecedentes, los menús diarios son de 15 euros y no incluyen los cafés, así que le calculo unos 66 euros (menú de 15 + café 1,5 x 4 pex.). Dejaron bote…
La Yaya Company, apostar por la cocina de Rodolphe Graume, por la atención de Oriol Coma y el servicio del resto del equipo, para mí, que he parado más de una docena de veces, es una apuesta segura