Hemos Comido…en la Hermosa no hay visita en la que Diego no nos sorprenda con algo nuevo.

Y volvió a caer pieza, La Hermosa siempre sorprende gratamente, desde la última vez toda la carta ha cambiado, bueno toda no, hay básicos que se mantienen y que si no estuviesen me llevaría un verdadero disgusto.

Comenzamos con chicharro marinado con tomate y piparras. Tacto untuoso, acidez de lo más atrayente del tomate y dulzor típico del pescado, una maravilla.

Tartar de gamba. Expresión deliciosa de la gamba, sublime, seguimos con las texturas grasas, untuosas y sabrosas, mar en la mesa y la base de lima que acentúa el carácter yodado a la par que dulzón del marisco.

Sardina y burrata sobre base tex-mex. En esta ocasión está claro que el pescado azul manda, estamos dentro de mi zona de confort, siempre he dicho que mis pescados favoritos son los azules y esta sardina ahumada es de una calidad, textura y sabor supremos, y que se integran perfectamente en el pico de gallo que las acompaña y con el ligero toque de burrata.

Gunkan, no podía faltar. 

Arroz con setas y cigalas. Arroz seco de gran sabor, nos sorprendió gratamente a los dos comensales, al final nos encontramos con una de las mejores elaboraciones de arroz de la ciudad.

Machote al horno. Ya le habíamos tomado el pulso en otra ocasión, pero no nos importó repetir ya que es una ración que nos encanta. El punto perfecto del pescado y el gran sabor del machote son una de les señas de identidad de los pescados en La Hermosa.

Para terminar katsu sando. Todo un descubrimiento, como sería la cosa que repetimos. Con un toque de mostaza y chucrut (col blanca o repollo lactofermentado). Una ración para elevar a los altares, uno con pan y otro apto para celiacos.

Toda la comida apta para celiacos, alguna elaboración adaptada pero prácticamente todo apto.

De postre chocolates.

Por El Mule

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