Hemos Comido..en Bárcena de Pie de Concha, en la Calzada Torina. A parte de la comida en este restaurante, merece la pena el viaje, unos de los paisajes más bellos de nuestra comunidad autónoma regado por el rio Besaya y mucha historia condensada.
El establecimiento, cuyo nombre evoca el tramo de calzada romana que se conserva en este municipio, fue abierto en el año 2003. Entre las especialidades que aquí se pueden disfrutar son de destacar sus suculentos guisos y postres caseros, así como sus excelentes carnes generalmente de buey. Su propietario ha sido carnicero durante varios años y se nota en la excelente calidad de las carnes, un lugar donde suele ser habitual la carne de tudanca.
Antes cuando me refería a la mucha historia de y a la belleza paisajística me quedaba corto, el rio acompaña durante todo el trayecto desde que abandonas la autovía, corre parejo a la carretera y a la vía del tren, en esta ocasión me acerque a una central hidroeléctrica que hay en la zona enclavada en un maravilloso lugar del municipio.
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Tres son los bienes de interés cultural de este municipio:
- Rollo del término municipal Bárcena de Pie de Concha, con categoría de monumento
- Camino Real de Las Hoces con categoría de monumento
- Calzada romana del valle del Besaya, con categoría de zona arqueológica
Las expresiones “romana” y “de los moros” son muy utilizadas en Cantabria para referirse a caminos o construcciones consideradas popularmente muy antiguas. La “calzada romana” de Bárcena debe incluirse dentro de un tipo de caminos existentes en la región que poseen un aspecto arcaico y cuya fecha de construcción se desconoce. Según los expertos ni esta calzada ni las demás de Cantabria poseen las características constructivas propias de las vías diseñadas por los romanos: son caminos con un trazado tortuoso y poco racional, una anchura escasa para circular los carros y unos desniveles que hacen difícil incluso caminar por ellos en días de lluvia y barro. Ni siquiera tienen la cimentación y los drenajes adecuados y propios de esas construcciones. La palabra «concha» significa camino. Pie de Concha está al pie del camino, Mediaconcha, a medio camino y Somaconcha, arriba del camino. A menos que se hubiera producido un cambio de nombre reciente, cosa poco probable, el nombre de Pie de Concha confirma la existencia de esa concha o camino el día que recibió su actual nombre, no sabemos cuándo, pero con total seguridad antes del siglo XVIII
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Mayo 2012. Aprovechando el magnífico día me di un paseo hasta Bárcena de Pie de Concha. En busca de la chuleta de tudanca por la que es famoso el lugar, en general famoso por todas las carnes, dada la anterior condición de carnicero de su dueño Gerardo Sañudo.
Antes de entrar al comedor pasas por el bar, que en esta ocasión estaba lleno de gente tomando el blanco, muy animado como suele ser a estas horas en la mayoría de los pueblos de Cantabria. Pasas al comedor y antes de entrar te encuentras con una brasa magnifica que desprende un calor infernal, y con un aspecto que llama a pedir “lo que sea pero a la brasa”.
En seguida me tomaron nota, la carta entre semana contempla dos menús uno del día y otro especial de nombre menú Calzada. Yo opté por el segundo y enseguida comenzamos.
Antes de servir el primer plato me trajeron el pan y agua, si agua, hay que conducir. El pan calentito y muy bueno me llamo la atención.
Comencé tomando unas mollejas de cordero encebolladas con boletus . Para quitarse el gorro, una delicia, un suave sabor a cebolla, sin el más mínimo rastro de la misma en la salsa, unas mollejas limpísimas y cuidadosamente guisadas, justitas de punto y con un susceptible sabor a hongos de los boletus. Deliciosas, algo que no hay que perderse, la ración generosa, hacía mucho que no me entusiasmaban tanto unas mollejas.
Terminado el primer plato me puse manos a la obra con una carne a la brasa, era algo ineludible y me decidí por el entrecot. Estuvimos una rato hablando de carne y de “el punto” de esta, el cual siempre es algo bastante subjetivo, pues hay sitios donde te sirven la carne que parece que no ha pasado por el fuego y otros donde el punto es achicharrado. El punto, para mí, es por fuera bien sellado y por dentro todavía rojo, así que decidí que nuestro maestro parrillero decidiera por su entendimiento de “el punto”.
El resultado magnífico, punto perfecto, maduración de la carne perfecta, calidad de la carne buenísima, buey pero en esta ocasión no era tudanco, según Gerardo la carne que utilizan es siempre buey, término que no pongo en duda dada la calidad de la carne.
Resumiendo, ineludible para los amantes de la carne a la brasa, un lugar recomendable, el servicio es muy eficiente y pendiente, el precio muy bueno y las raciones generosas. Hay que volver para descubrir la parte que queda de la carta.
En otro orden de cosas, suelen hacer unas jornadas del chuletón de lo más aconsejables.
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Por El Mule