Hacía tiempo que teníamos ganas de hacer unas jornadas dedicadas a la casquería, conocido en Santander como «mondongo», pues era el nombre que tenía en la plaza de la Esperanza, lugar donde se vendía este tipo de carnes.
También aprovechamos para hacer el experimento, o primera incursión a la receta con la que participamos en el Concurso Extrema Calidad, con la receta Chop Suey Extremeño con Torta del Casar y aromas de la Vera. Al final hicimos unas mollejas de pato con setas, morcilla de Zamora con cebolla, asadurilla, el chop suey extremeño, y un pisto.
Parte del Chop Suey Extremeño con Torta del Casar y aromas de la Vera, la receta y las fotos estan en el link, además nos faltaban la mayoría de los ingredientes.
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Mollejas de pato con setas. Este es un plato que me encanta, lo único es que es muy difícil de encontrar las mollejas de pato, y si además quieres que sean frescas resulta imposible. Al final en la feria del queso de Pesquera, encontré en un stand que los vendía, y la verdad es que estaban buenísimas, normalmente las compro en Diferente, donde tienen una marca muy buena. Y de setas utilizo unas en aceite de Conservas Chisco, también buenísimas.
Ingredientes :
- 2 tarrinas de mollejas de pato
- 2 tarrinas de setas en aceite Conservas Chisco
- 1 ajo
- aceite de oliva virgen
- Sal Maldon
Cortar las mollejas en trozos homogéneos y no muy finos, al finalizar darles una pasada por la sartén solo para calentar y para separarlas de la grasa de pato con la que vienen pues da un sabor muy fuerte, escurrirlas y secarlas con papel de cocina o un trapo.
Trocear el ajo en cuadraditos y freirlo con un poco de aceite de oliva, cuando este dorado añadir las mollejas y sofreirlas, muy poco tiempo, añadir las setas. En el momento que el conjunto este caliente servirlo y añadir la sal Maldon.
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Morcilla de Zamora con cebolla:
La verdad es que sin ningún misterio, no sabíamos si comernosla cruda de la buena pinta que tenía, de sabor y aspecto similar a un borono, al final la freimos un poco y resultó exquisita.
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Apareció alguien con unos muergos, que no morgeras, recién pescados y de un tamañao similar a las navajas, directos a la plancha. Otro «bocata di Cardinale»
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La asadurilla, lo cierto es que no me quedó muy bien, pues me mezclaron en hígado con todo lo demás y se chafó un poco, hay que seguir la receta.
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Pues resultó que estabamos de apariciones y se presentaron con unos pimientos recién traidos de Padrón y otros de cultivo ecológico con aspecto de guindilla procedentes de Cantabria, magníficos, como no podía ser de otra manera dada su procedencia, nunca había probado un pimiento de ese aspecto y ese sabor, chapó.
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Y por último el pisto con el que nos deleitó Elena y del que desconozco la receta pero ya me enteraré.
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Todo ello regado con sidra asturiana de cosecha del cuñado de uno de los presentes y Casona Micaela, un vino blanco cántabro que como no puede ser de otra manera, impresionante.
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