Hemos Comido…de camino a las cuevas de Altamira en la Posada Camino Altamira por indicaciones de Nano.
Para aparcar está muy bien ya que tiene aparcamiento propio, en esta zona es algo a tener muy en cuenta pues puedes terminar a kilómetros del lugar deseado y encima haciendo el día que hacía no merecía la pena arriesgar la caladura.
Nos atendieron de forma correcta y amable, perfectamente y más siendo la banda que éramos y organizando el follón que organizamos, el típico que se organiza cuando un montón de gente te llena el local.
Nos ofrecieron la carta, mientras nos cantaban el menú del dia. La carta tiena muy buena pinta, y quizás merezca la pena un día repasarla, pero sin tanta interferencia de corta edad, a mi en concreto siempre me toca comer con un niño encima de una pierna, eso si solo es uno, hay veces que dos.
Optamos por menú, y nos decantamos por cocido montañés de primero. El cocido en perolo como tiene que ser, muy rico y sustancioso con poca berza, como a mi me gusta no lleno de la misma a tope que lo único que sabe es a verde o prao que diría mi hija.
De segundos todos a por el cordero, con un compaño de patatas caseras fritas «como debe de ser en cualquier lugar que se precie mínimamente», la cantidad de cordero era buena, el sabor bien, nada del otro mundo pero decente y por el precio que tenía el menú muy acorde en todos los aspectos.
Postres tartas de queso y varios de los que no me acurdo creo que algún flan y helados para los críos, yo tomé tarta de un aspecto terrible pero de un sabor buenísimo, me encantó.
En resumen, un sitio correcto y con un buen menú, con una buena atención y un buen precio.
