Si de algo disfruto durante los meses estivales, es tener la posibilidad de pasar una semana en la casa que mi familia posee en la provincia de Palencia, donde hace ya una treintena de años veranea en un pequeño pueblo de nombre Villalcón.
El menú:
De bodega tomé “César Príncipe 2007”(25´00 €) un tinto con madera de la D.O Cigales, 100% tempranillo , su crianza, 15 meses en barricas de roble americano y francés nuevas, elaborado por César Muñoz, enólogo entre otros de Leda, Bienvenida de Vinos o Las Nieblas, la carta de vinos no demasiado extensa se ceñía especialmente en las denominaciones castellano-leonesas, Rueda, Bierzo, Ribera del Duero (la que más), Cigales y Toro así como vinos de la tierra de castilla, también reseñaba alguna referencia foránea. El menú continuaba con “Boletus, yema de huevo, cebolla confitada y foie”(10´00 €),a modo de revuelto, esa gran seta que es el Boletus Edulis conjugaba a la perfección con la grasa de foie y el dulzor aportado por la cebolla caramelizada, la yema de huevo contribuía a darle untuosidad y melosidad en boca, un plato muy correcto de sabores reconocidos. Seguí con las “Pochas navarras estofadas”(9´00 €), suelen trabajar las alubias blancas de la zona en temporada, pero al no estar en ella el sustituto son las pochas navarras, las cuales salieron presentadas en una pequeña olla de Le Cruset muy original, parecían de mantequilla, estaban francamente buenas, aunque no muy enteras, a lo cual no le di importancia. Finalicé el primer apartado con el “Pichón estofado” (pido disculpas, sencillamente se me olvidó hacer la foto antes de meter el tenedor…), un plato típico de la zona, bien elaborado, diferente a los pichones que estoy acostumbrado a tomar, la carne tenía una textura fina y suave, me gustó, aunque una pizca más de sabrosura le hubiera venido de perlas.
El vino del que no he hablado, se mostraba en copa rojo cereza intenso muy vivaz, de capa media-alta y lágrima alcohólica formando piernas, intensidad aromática alta, frutos negros y rojos con predominio de los primeros, notas de torrefactos sobre un fondo de fruta en licor y especiado, en boca cálido, potente y estructurado con buena acidez, tanino pulido, persistente y largo, retronasal terroso y frutal. Para el apartado del postre me comentaron que probaría dos, por una parte “Helado de queso, sobre sopa de frutos rojos” el helado de “pacojet” al que yo llamaría crema de queso fresco debido a su textura y sabor estaba francamente sabroso, acompañado de la frescura y dulzor de los frutos rojos; finalizaba el festín con “tiramisú”, nada que decir, fantástico, hubiera seguido comiendo postres en medias raciones, para finalizar un café (2´50 €) acompañado de una espuma de caramelo de toffee.
Argumento que cuentan con una terraza muy acorde dotada de hamacas y sofás muy prácticos para tomarse un gin-tonic y leer la prensa local; por supuesto lo hice, concretamente de una de estas ginebras Premium tan de moda en estos tiempos que corren a la cual fui invitado por la casa, buen detalle. La factura 75´10 €, desde el punto de vista del producto, teniendo en cuenta el numero de platos y dejando al lado el vino que ya fueron 25´00 € debo admitir que me pareció un poco caro.
Por Jordan Cortes
Hemos Comido…en este restaurante situado en plena meseta, qué sabe hacer cocina casera de corte regional.
Platos sencillos a los que se aplican nuevas técnicas de cocción, ofreciendo sabores delicados y sutiles. El restaurante de las hermanas Pedrosa, Pilar, Paula y Mercedes, que cuentan en los fogones con la inestimable ayuda de Alfonso, se acude a comer bien, satisfactoriamente y además barato. En definitiva, el cliente tiene muy claro lo que va a encontrar y recibir y siempre merece la pena.
De primero tomamos las finas y cremosas croquetas de cabrales, hechas con técnica y sensibilidad, los pimientos rojos asados, con aceite de oliva virgen y espolvoreados con sal marina. De segundo yo tome alubias de la Vega de Saldaña, puede que fueran de Lobera esto es por un antiguo amigo, cocidas con agua, aceite, pimentón y laurel, el cual no se nota pues es uno de mis enemigos aferrimos.Y mi acompañante la menestra de verduras, hechas al dente y salteadas. Todo de primera a tener en cuenta, está el revuelto, la sopa cremosa de yemas de huevo de campo con hongos, cebolla confitada y foie gras. Y el mantecoso cochinillo, cocido a baja temperatura. Otro plato magnifico es la paletilla de lechazo entreasada y guisada que ofrece otra manera de degustar el cordero castellano conservando la identidad de este tipico plato de la meseta.
El gazpacho con marisco, el ajoblanco con helado de melón, las pochas con hongos, la lubina con navajas a los aromas de aceite, ajo y perejil y la tórtola fresca asada con setas y brevas perfumadas con vinos y brandy son otros de los magnificos platos que puedes elegir. Para terminar natillas de huevo espumosas con helado de galleta María y caramelo de canela, o la refinada versión del arroz con leche, granos crocantes en copa de dry martini con espuma de crema de leche y helado de canela. El servcio es impecable y el tratode las hermanas Pedrosa inmejorable, es un sitio por el que no se puede dejar de pasar.