Hemos Comido…en Palencia en quizás el restaurante más emblemático de la provincia.
Lo primero que sorprende es que en un pequeño pueblo de la Tierra de Campos exista un restaurante con la calidad de este, sorprende pero quizás esta ubicación es uno de sus muchos atrayentes.
Merece la pena desviarse un poco de cualquier ruta para disfrutar de una cocina elaborada casi exclusivamente con productos de la Tierra de Campos y alrededores, una de las huertas más importantes de España, casi toda su cocina se basa en productos km0.
En su carta mandan los productos de cercanías como las alubias blancas viudas o con hongos de la Vega de Saldaña, sus estrellados puerros, las manitas de cerdo rellenas de cebolla trufada y setas de temporada de segundo, la pluma de la zona, y por supuesgto el lechazo..
Ya de por sí el sitio no te deja indiferente, muy bonito, soleado, situado entre grandes árboles, el restaurante forma parte de un complejo hotel-boutique de lo más atrayente.
Su carta de vinos es importante, pero como tocaba conducir decidimos tomar dos copas.
Mi acompañante tomó Tinita 2016, un vino elaborado con Verdejo 100%, cremoso, fresco y directo. Muy varietal y con ligeras notas tostadas.
Yo tomé dos copas de Ribera, Cillar, Tempranillo 2016. Elaborado a partir de uva de cepas añejas en el «jardín de la Ribera». El joven de la familia de esta bodega familiar de Quintana del Pidio que, a pesar de su reciente aparición, es de las más activas y prometedoras de la zona.
Cillar Tempranillo es un tinto joven, del año, que recupera la tradición de la Ribera del Duero cuando nació en los años 80 de elaborar vinos sin pasar por barrica con el fin de reflejar de la manera más fiel posible la gran calidad de sus uvas. En este vino, ideal para el tapeo, nos encontramos con elegantes aromas a frutas rojas y negras maduras, así como toques minerales. En boca es un vino muy frutal, con una refrescante acidez. Intenso y muy fino.
Para comenzar un aperitivo muy clásico, mantequilla y pan tostado, al margen de mi acompañante celiaca.
Otro de los aperitivos, sopa de calabaza. Ya empezamos a encontrarnos con una cocina de temporada con un sinfín de sabores a sus espaldas y verduras de la Tierra de Campos. Por cierto, la sopa estaba estupenda.
Mi acompañante celiaca disfrutó de un entrante hecho a su medida, un pimiento asado de Torquemada. Este pimiento proviene de la comarca del Cerrato, otra zona de Palencia muy atrayente gastronomicamente hablando. Una delicia, un pimiento rojo asado en leña de encina y servido con sal y aceite de oliva virgen
Tallos de borraja con crema de patata. Las verduras ajenas a la zona castellana vienen directamente de Tudela y el pescado, que no tomamos, de Santander como me confesaba el marido de Pilar Pedrosa en la entrega de premios del XVI Feria de la Anchoa y la conserva de Cantabria. Así que la borraja que tomé de primero procedía de aquella zona Navarra, y si he de ser sincero la elaboración resultó tan satisfactoria como si me encontrara en la capital de la vertdura, Tudela.
Menestra de verduras. La menestra es siempre una mezcolanza de verduras con mayor o menor gusto y todas ellas penden de un hilo sobre todo con el punto. Es famosa la menestra palentina, no sé si esta lo era, por ubicación esta claro que sí, pero por lo buena que estaba, según me dijeron, supongo que daba igual la ubicación.
Manos de cerdo rellenas. La apariencia era magistral, una mano completamente limpia, pero me resultaron un tanto insulsas, de hecho no llegé a terminarlas, lo que me extrañó siendo una de las elaboraciones más recomendadas del lugar; tampoco yo estaba en mi mejor día, pero no me convencieron en absoluto.
Pincho de lechazo. El pincho estaba marinado y fue lo que pidió mi acompañante, que me permitió probarlo, completamente D E L I C I O S O, algo que no probaba hace mucho tiempo y que siempre concocí como pincho moruno. Elaborado a la brasa, sabroso, blando y acompañado de unos piminetos iguales que los del aperitivo bienvenida, espectacular.
La visita, sin lugar a dudas, merece la pena, un restaurante con dos soles donde se cocina de estrella, una atención en sala perfecta y una completa carta de vinos, el precio muy ajustado y las raciones realmente generosas.
Por El Mule
Ctra. Palencia-Riaño km 29 34131 Villoldo Palencia 979827005