Hemos Comido…con Alfonso, en su restaurante El Baruco de Anero, un buen lugar para comer.
Septiembre 2010. Muy cerca de la autovía Santander- Bilbao a la altura de Anero se encuentra El Baruco, un lugar coquetón y con pocas mesas donde se cocina con amor. La carta es lo menos importante pues su cocina es cien por cien de mercado (cocina lo que hay en ese ía en el mercado) una marcada cocina de temporada. Tiene una carta de referencia y un buen menú del día, en concreto el día que relatamos tenía cuatro primeros y otros cuatro segundos de carne, así como otros cuatro segundos de pescado, algo variado. En un principio pensábamos comer a la carta, pero viendo lo atrayente del menú decidimos tomar este último. Cabe destacar la calidad de las carnes, y la frescura de los pescados. Así como una serie de raciones de lo más sugerente: rabas, riñones de lechazo, de los que vimos una ración y por los comentarios del comensal estaban magníficos, croquetas de jamón y bacalao, pimientos asados en casa, pimientos rellenos de carne o bonito, pulpo con cachelos y pimentón de la Vera, huevos rotos y un largo etcétera.
En este lugar, por tanto puedes comer de raciones, sentarte a comer a la carta o tomar el menú del dia, cualquier opción es buena, en una mesa de al lado se estaban comiendo un arroz con bogavante y lo que oímos fue en todo momento elogios al mismo. Vimos también desfilar alguna ensalada con muy buena pinta. Dentro de las carnes a destacar el taco de buey, el carpaccio de buey con queso de Zamora, las carrilleras, la hamburguesa de solomillo.
Yo tomé de primero milhojas de berenjena, rellena de tomate, queso fundido y panceta con queso espolvoreado por encima y una salsa pesto, me encantó el plato, muy buen sabor y una buena ración.
Mi acompañante se pidió unas alubias guisadas, muy bien de punto con un buen compaño y una buena ración servidas en una curiosa sopera, le gustaron mucho.
Yo de segundo tome bocartes, muy frescos y muy bien fritos, acompañados de una ensalada muy bien aliñada y hermosa de vista, un buen tomate a todas luces cántabro, quedé muy a gusto con esta segunda ración.
Mi acompañante ante mi sorpresa, se pidió de segundo pollo frito al ajillo, una buena ración acompañada de unas patatas bien hechas, según ella buenísimo.
Tomamos dos postres, un brownie muy bueno y una tarta de manzana y almendra con la parte de arriba similar en aspecto a un soufflé que me gusto muchó y me sorprendió.
El servicio muy atento en todo momento y el precio muy bueno.
Llamamos para reservar y nos advirtieron que tenían un discjockey actuando en directo, por si nos resultaba molesto, lo cual es de agradecer. En resumen el sitio merece volver para probar otra cosas de la carta con las que nos hemos quedado con ganas. Volvemos seguro.
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