Después de ver en Instagram un video sobre la elaboración de unos garbanzos con callos de bacalao, no me quedó otra opción que acercarme a Cirana a probarlos. Allí nos presentamos Sylvia y yo, después de un paseo por Peña Herbosa.

Comenzamos con unas alcachofas con mertensia, que le aporta un sabor increíble a la alcachofa, un sabor a mar, a ostra. Por algo se la conoce como la ostra vegetal. Por cierto, veníamos de tomar unas ostras en La Mar, y el recuerdo del sabor era cercano.

Los garbanzos con callos de bacalao, que fueron los responsables de la visita, realmente merecieron la pena, sensación habitual cada vez que nos pasamos por Cirana.

Fabes de Lourenza con careta. Muy gallegas, muy de nuestro anfitrión, pura delicadeza a la vez que derroche de sabor. Tomamos media ración entre dos, pero el guiso merece más cantidad; todo lo que toméis se os hará poco.

Para terminar, una de las raciones que no te puedes perder en este lugar: picaña marinada, cortada fina y semicruda. Una delicia para los amantes de la carne, sabor robusto y textura tierna que se deshace en la boca.

Una visita sin fisuras.

Por El Mule

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