Hemos Comido…en Santoña me dirigía hacia las Bodegas Nates y venía de ver la Bodega Señorío del Pas, me acerqué a Santoña a comprar unas conservas y ya como coincidía la hora pues a comer a As de Guía.
Mayo 2011. Estuve observando a la entrada el menú largo y estrecho, que tiene una pinta y un precio buenísimo, también el menú del día, muy bien de precio y de composición, pero yo venía con ganas de carta o de menú largo y estrecho.
El menú solo lo sirven por la noches y me quedé con un palmo de narices, me centré entonces en el arroz pero tuve que desistir «Mínimo dos personas». Bueno, pues carta pura y dura, la carta tiene la opción de pedir medias raciones lo cual está muy bien. Me tomaron nota rápidamente y me sirvieron el pan y un aperitivo de bienvenida consistente en un queso de vaca flor de trébol de la Bien Aparecida, me gustó mucho este tipo de queso, acompañado de una tosta de pan y una muy buena anchoa como no podía ser de otra manera encontrándome donde me encontraba, en la cuna de las anchoas.
De vino tomé un rioja Editor crianza , que sirven por copas, el vino me gustó bastante, un vino rojo rubí de media capa con ribete violáceo-anaranjado, limpio y brillante, con buena lágrima y en boca buena acidez, especiados del roble, paso de boca fácil, ligero con taninos dulces, final medio, fresco, frutal y amaderado.
Y me vino el primer plato, media ración de tartar de solomillo cocinado al vacío con foie, a diferencia de la mayoría de los tartar este era de carne cortada en trocitos pequeños, nada de carne picada, delicioso tanto lo concerniente a la carne como el foie y la mezcla de los dos insuperable, venía acompañado de lo típico de una tartar, alcaparras, pasta de aceituna negra, cebolla, y una mezcla de pimientos rojos, sambal, chile algo picantillos muy rico y especial este último condimento, y algo que me llamó mucho la atención pues es la primera vez que me encuentro esta mostaza en un restaurante y da la casualidad que es una de mis preferidas, la mostaza Louit diáfana al estragón. Una ración muy recomendable y especial, me encanto.
A continuación tome y he de hacer el apunte de que fue todo un acierto, bacalao al ajoarriero con ravioli de cigala hecha al momento, el resultado del mismo, increíble, la cigala en un punto describible como perfecto, el bacalao en su punto y el sabor buenísimo, otra ración muy recomendable.
De postre tomé la tarta de manzana y helado, una auténtica obra de arte, si hay algo que defina a todas y cada una de esta raciones es la presentación, muy cuidada y depurada en todos los platos. Este último el postre tardan un ratín en hacértelo pero te lo advierten.
El precio muy bueno y el servicio muy eficaz y atento. Hay que volver pues queda mucho en la carta por probar.
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