Hemos Comido…en Deba en el corazón de Guipuzcoa, en esta bella villa marinera se crió mi abuela, nunca antes había estado aquí y el trabajo me hizo conocer el lugar donde mi abuela pasó su infancia.
Febrero 2013. En esta villa vascongada discurrió la infancia de mi abuela a quien crió una tía, hermana de su madre que estaba casada con el jefe de estación de este pueblo. Aquí aprendió a cocinar con su tía pues daban comidas en un pequeño local.
Nos acercaron a comer los organizadores de un curso al que asistí sobre seguridad, firewall capa siete o firewall de aplicaciones, la ubicación del hotel es estratégica, está dotado de amplios salones orientados a celebraciones, con unas magníficas vistas de la playa de Deba.
 |
 |
 |
 |
 |
 |
La comida estuvo acompañada en todo momento por un Irache crianza 2008, un vino DO Navarra, compuesto por las variedades Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot. Color rojo picota, aroma intenso con notas tostadas de maderas finas. El menú consistió en unos entrantes todos bastante buenos, una paletilla ibérica bastante buena, una pena que estuviera cortada a máquina. Un micuit también de buena calidad aun no siendo casero y al que le sobraba desde mi humilde punto de vista todo lo que le acompañaba, una mermelada de frutos rojos, aceite, una compota de manzana y la consabida reducción de Pedro o Módena o lo que se tercie.
Dentro de los entrantes nos sirvieron unas croquetas, por cierto excelentes, de carne muy buen sabor y con pequeños trocitos de carne del que yo llamo de «cocido», y para terminar unos langostinos a la plancha.
En los segundos tenía donde elegir, tronchón que era un filetito de solomillo y merluza. Yo tome tronchón y me lleve una decepción, que rima. El filete era minúsculo muy hecho, acompañado de unas patatas buenas, o por lo menos a mí me lo parecieron y me gustaron, y unos pimientos del piquillo de bote, pero calentados.
 |
 |
 |
 |
 |
 |
De postre una tarta helada también de bote y una bola de helado. El servicio amable y diligente en todo momento. En resumen el sitio tuvo su época de gloria en tiempos anteriores, hoy en día deja mucho que desear por lo menos gastronómicamente hablando, goza de una situación excepcional y parece ser que eso es lo que se paga. Los organizadores también me hicieron participe de su descontento con la comida. Yo por lo menos me alegre de haber conocido el lugar donde mi abuela paso su niñez y donde según ella se lo paso muy pero que muy bien.
Markiegi 6 20820 Deba 943608052