Hemos Comido…en El Palacio en Tanos, acudiendo a las XX Jornadas del hojaldre y el lechazo, un clásico de la ciudad del Besaya.
Enero 2019. Procuro acudir todos los años a estas jornadas e ir rotando los restaurantes. Hacía mucho que no visitaba a los hermanos Palacio, pero cada vez que vengo sé que va a merecer la pena.
Si hay algo que me gusta de este lugar es la posibilidad de comer en diferentes estadios: barra, primer piso, incluso terraza. Esa terraza me llama la atención sobre todo en verano, resulta muy agradable y las veladas se extienden entre copas a lo largo de la noche.
Después de hojear la oferta decidí tomar algún plato de las jornadas y otros de la carta habitual.
Tomé una única copa de Heroico, un tinto gallego de Ribeira Sacra, un monovarietal de mencía que me sorprendió gratamente. Es de un color rojo cereza con reflejos violáceos, con buena intensidad de color, capa media. Imperan las notas frutales (frutos rojos, cereza, grosella). Fresco, con buena acidez, untuoso y muy frutal.
Me sirvieron un aperitivo novedoso, pues me esperaba otra cosa, un nacho con guacamole, pero el nacho resultó ser hojaldre recubierto de kikos de maíz, crujiente como todo hojaldre y acompañado de un guacamole fresquísimo. Los nachos no son santo de mi devoción, en general no soy muy amigo del maíz en la mayoría de sus versiones y menos aún del conocido nacho tex mex, un triángulo duro y habitualmente carente de sabor, pero este era otra cosa.
Ensalada de pulpo. Tres versiones de cefalópodo: rabas recien hechas, pulpo a la pseudo-gallega con patata pimentón y textura de verdadero pulpo, un buen taco y cocido acompañando en una crepé a una ligera ensalada. Me gustó bastante y la elaboración con pimientos me gustó sobre manera, tenía todas las características del a feira, a excepción de una ligera salsa que cubría el cachelo.
Como plato principal, lechazo en tres texturas a baja temperatura, paletilla, costillar y pierna. Una verdadera delicia, bien limpio de grasa, reducida por la elaboración y con la piel crujiente. Perfecto.
De postre, espuma de cremoso de yogur, fresas, trufa y hojaldre caramelizado. Algo que no había probado hasta ahora y que me gustó mucho.
No tomé la desgustación de hojaldre de primero, ya que me advirtieron que estaba pensado para dos comensales e iba a ser una barbaridad; la ensalada que tomé de primero era media ración.
Como podeis ver en la factura, un precio muy ajustado para una buena caliadad, unas buenas instalaciones y un mejor servicio.