Hemos Comido…en este «Bistronomic» una experiencia gastronómica, informal y exquisita, donde a mediodía se puede disfrutar de un excelente menú diario: Consta de un primero, plato principal y postre más pan, una bebida y café.
La terraza del Restaurante Verdil aporta una novedosa oferta gastronómica basada en la filosofía del «Bistronomic», la última tendencia culinaria, se trata de una cocina de alta gama a precio asequible. Para esta carta, el Chef de Mirasierra Suites Hotel, Ernesto Hinojal, apuesta por versiones imaginativas y dinámicas de los platos más apetecibles del verano. Además, la terraza del Restaurante Verdil ha sido rediseñada.
De ambiente tranquilo y romántico. Una cuidada ambientación llena el espacio cada noche de flores frescas y velas y recrea el entorno ideal para disfrutar de una excelente velada en Madrid. A tan sólo 10 minutos del Paseo de La Castellana.
Me alojaba en el Hotel Mirasierra, y no tenía ganas de coger el coche, en Madrid nunca tengo ganas de coger el coche, la mayoría de las veces voy en taxi o metro, total que pregunte en recepción donde podía cenar por los alrededores, total que me recomendaron el restaurante el Verdil, situado en el Hotel, yo no soy muy amigo de comer en los hoteles a no ser que no haya más remedio, pero bueno estaba cansado y decidí probar.
Además como suelo cenar pronto, en torno a las 9 no suelo tener problemas de mesa, cuando entre el sitio me gusto0 a simple vista, un lugar de lo más acogedor y luminoso, bueno al final me situaron en la terraza pues era una noche de lo más acogedora y cálida, el único problema es que cenaba solo. De entrada el servicio de lo más amable, de primero pedí Láminas de bacalao confitado con escabeche de tomate cherry, las láminas de un bacalao de buen tamaño y en su justo punto, y la vinagreta deliciosa, el plato exquisito.
De segundo más animado pedí solomillo de buey el plato estaba acompañado de una especie de salsa de tuétano muy sabrosa y patata al horno creo que eran ratte. Ya con el postre no me atreví pues estaba bastante lleno, la experiencia fue ciertamente inmejorable, la atención exquisita, es más me tomé una copa y estuve un buen rato hablando con los de la mesa de al lado y nadie me metió prisa. Un sitio donde si vas repites, yo ya tengo ganas de volver. En cuanto al precio dentro de lo razonable y esperado.
Alfredo Marquerie 43 Madrid