Hemos Comido…en Valle en pleno corazon de Cabuerniga, aqui se viene para comer carne.
Creo no equivocarme si defino este lugar como templo de la carne, una oda al producto donde la máxima expresión es la vaca vieja frisona, algo muy nuestro.
Pocos lugares conozco que nos hayan emocionado tanto a Alfonso y a mí ante la visión de un carpaccio, de vaca vieja y que no sabes si es carne o un jamón de los bien infiltrados. Una ración generosa, de un gran sabor y sin añadidos. Carne carne y con un precio más que ajustado: 12,5€ la ración.
Todo esto lo acompañamos de un desconocido Albariño para nosotros, que resultó un descubrimiento y que acompañó durante toda la comida. Un gran vino de Guarda de Pazo Barrantes, La Comtesse Albariño 2018, que se fue creciendo a lo largo de la comida mientras se oxigenaba y subía un poco la temperatura.
Nos sirvieron un aperitivo que nos dio a entender la importancia de la calidad del producto en el lugar, cecina de wagyu con un marmoleo impresionante y mejor sabor.
Me he adelantado, pero comenzamos con unas puntas de espárrago que no me importaría lo más mínimo repetir.
Para terminar, un corte de lomo bajo con el que se te saltan las lágrimas al primer bocado, la mayoría de los presentes en el comedor optaron por la especialidad de la casa: la chuleta (40€ kg.) que a todas luces pinta muy bien, pero Alfonso y yo somos más amigos de otros cortes, como la picaña o el lomo bajo. Este último fue por el que optamos, destacaba por su gran sabor, punto perfecto y un acompañamiento de lujo, unos pimientos confitados grandiosos más unas patatas artesanas en la misma línea que los pimientos.
Un garito con gran encanto, donde todo gira en torno al producto de calidad y con un RCP como pocos.