Hemos Comido…en Dias de Sur, la mayoría de los lectores lo conocereis, ha cambiado de manos, pasando del grupo DeLuz a las de Carlos Crespo.
Noviembre 2018. No es la primera vez que asisto a la inaguración de un local de Carlos Crespo, todo sigue un meditado trámite, antes de abrir se hace una sesión donde solo hay invitados pero el restaurante funciona como si fuera un día normal. En realidad se trata de un ensayo para comprobar si la maquinaria está bien engrasada.
Y dentro de esta puesta a punto te sirven como un día cualquiera, comes a la carta y bebes lo que quieres, una manera perfecta de comprobar como está de preparado tu negocio de cara a la apertura real al día siguiente, y si hay fallos proceder a corregirlos.
Hicimos por coincidir tres amigos, Noelia, Teresa y yo, y compartimos una cena de picoteo (como más de uno dijo «de régimen»). Comenzamos bebiendo un verdejo José Pariente que decepcionó, para continuar con un Oveja Blanca, este sí que gustó y acompañó perfectamente a la cena.
De primero una ensaladilla rosa. Muy bien cargada de gamba y buenísima, no puedo dejar de referirme a su hermana de El Riojano pues existe cierta similitud en cuanto a aspecto, pero el sabor es completamente distinta. Comenzamos muy bien.
Seguimos tomando algo fresco, un steak tartar. Muy de mi gusto, sin demasiados añadidos, huevo y un ligero toque picante, alguna salsa también le acompañaba, pero a parte.
Callos. Perfectos, cortados de buen tamaño y acompañados de unas patatas que quitaban el hipo. Una elaboración de premio, nos gustaron a todos los de la mesa y los untamos bien untados, las patatas también resultaron un extraordinario descubrimiento.
Siguinte ración, patatas. Apabullantes, una patata bien frita y confitada en su interior, acompañada de una salasa mayonesa y otra de tomate con un ligero picor que están para quitarse el sombrero, y la ración es bien generosa. Estas patatas no te las puedes perder.
Para terminar, costilla a baja temperatura. Acompañada de una rica base de puré de patata y unos tirabeques. No defraudó, tal como esperábamos, una buena elaboración, blandita y de gran sabor.
Dos postres compartidos, torrija y tarta de queso.
Al principio nos presentaron la carta y los precios que pudimos ver rondan un RCP como pocos a la vista de las elaboraciones, el servicio estuvo en todo momento a la altura y al lugar. A la vista de la oferta le auguro un porvenir de lo más exitoso.
El local se mantine tal y como estaba, pendiente de una reforma a lo largo del año próximo.