Hemos Comido…en Selores, en el Camino Real, un complejo hotelero al que no nos acercábamos desde hacía muchas fechas.
Agosto 2016. Aprovechando que Enrique está ahora de cocinero y también aprovechando que era un día de verano lluvioso como pocos, nos acercamos a comer, acompañado de un amigo que insistió en la visita y en descubrirme un sitio con una notable cocina, ya venía con un menú acordado.
Lo primero que te encuentras a la entrada son los productos de la huerta ecológica que miman junto al aparcamiento.
Os he dejado unas cuantas fotos del lugar para que os hagais idea de como es. Un lugar con un encanto distinto.
Con la comida nos acompaño un cava Xenius, muy agradable para no ser un Brut Nature. De color amarillo pálido con finas burbujas que suben formando corona y aromas de crianza, en boca es seco y muy agradable.
Nos sirvieron dos apertivos, una croqueta de jijas extraodinaria y potente y un pastel de calabacín, tambien sorprendente y fruto recogido de la huerta.
Comenzamos con unas verduras de la huerta, que por lo que pude observar ese día estaban en el menú. Punto correcto, al dente y algún añadido no de la huerta como la mini panocha.
Continuamos con una lengua en escabeche. Esto me llegó directo a la memoria emocinal, algo que no probaba desde la última vez que lo hizo mi madre y con el mismo sabor que ella lo hacía. Extraordinario, acompañado de frutos de la huerta también al dente. Una elaboración de diez para mi memoria gustativa.
Seguimos con las emociones gastronómicas, mollejas con pulpo. Deliciosas, un fuerte sabor a tuétano y dos texturas completamente diferentes, lo blando de la molleja con la tersura del pulpo, el sabor a mar de uno y la calidez y potencia del otro, extraordinario. Todo ello sobre una cama de puré de patata bañado por el sabor de los jugos de los dos elementos de la elaboración.
Para terminar una caldereta de pescado, muy atípica y sabrosa, elaborada con unos pescados que a mí de buenas a primeras no me pegaban lo mas mínimo para esta elaboración: salmón, corbina y atún, también incorporaba calamar. El resultado fue una sabrosa caldereta, por mi parte falta de algo más de patata pero para gustos se han hecho los colores y las elaboraciones. En algunos sitios la caldereta gira en torno a una gran cantidad de patata, en otros la hacen sin ella y en otros, como es este caso, la acompaña algo de patata.
También incorporaba almendras, algo de centollo, gambas y un pequeño toque de setas. El resultado, una estupenda caldereta de pescados, diferente a todas las que había probado hasta ahora.
De postre mouse de queso y helado de queso manchego, siempre en la misma línea que toda la comida, sorprendente.
Bº La Fuente s/n 39511 Selores Cabuérniga 942706171
Por El Mule