Hemos Comido…en el Serbal, vuelta a uno de mis restaurantes preferidos, como es costumbre no decepciono lo mas mínimo, al contrario, sorprendió por enésima vez.
Febrero 2012. Hacia casi un año que no nos juntábamos a darnos un homenaje, coincidió en pasado viernes y al Serbal nos dirigimos Cesar, Iván y yo. Son ya muchos años paseándonos por este local y la verdad es que nunca nos ha decepcionado, siempre he salido contento tanto por la cocina como por la atención.
En esta ocasión surgió de imprevisto, no teníamos nada preparado y después de una terrible mañanita de «BRUJERIAS» (así llamo yo a las cosas raras relacionadas con mi trabajo de informático), primero reservamos por si las moscas y en cuanto acabamos la jornada nos acercamos.
De entrada nos invitaron a un blanquito andaluz a elegir entre tres montilla, manzanilla y no me acuerdo del otro, estos blancos no son santo de mi devoción así que comenzamos tomando una copa de siglo XXI un blanco de rueda, un blanco de color oro pajizo de intensidad media, aroma de buena intensidad, con recuerdos de fruta madura y un fondo perfumado. En boca es de cuerpo medio, con acidez justa, fruta muy escasa y un final breve y sencillo, vamos algo suave para comenzar.
A continuación elegimos un vino para acompañarnos en la primera parte de la comida y nos sirvieron el pan y la típica degustación de aceites, el vino inicial fue un clásico, Gloria de Ostatu 2001, un gran vino de rioja, o por lo menos a mi me lo parece, a una cata de esta bodega asistimos en Castro Urdiales Organizada por el Club del vino de Castro, el esta cata tuvimos el placer de probar este vino entre otros, de bodegas Ostatu y esta todos los datos de la cata en el este link, en resumen un vino magnifico.
Tomamos tres medias raciones para comer y coincidimos en la mayor parte de las mismas, o sea que la comida se baso en cuatro platos diferentes por comensal.
El aperitivo bienvenida consistió en un ravioli en salsa de setas, una delicia muy sutil y de sabor suave a hongos, muy bien para comenzar.
De los platos que pedimos cabe destacar, los Calçots con maganos, delicioso y completamente distinto a la tradicional manera de prepararlos.
La vieira, otro plato digno de mención exquisito, también mereció la pena la ensalada de bogavante, el huevo poche, el arroz negro con langostinos y ali oli, la sepia a la plancha con mollejitas y el steak tartar todos los platos con una ejecución soberbia y una magnifica presentación, de la mano de uno de nuestros cocineros preferidos, Fernando Sáez de la Maza.
A media comida cambiamos de vino por un Priorato en concreto Caminos del Priorato 2010, violáceo, y entre sus aromas destacan las notas de piel de fruta madura, en boca, marcado sabor a moras, es un vino de tacto corpulento y textura aterciopelada, no suelen ser vinos de mi gusto, debido a su marcado sabor alcohólico, pero este me sorprendió gratamente, una buena continuación del vino anterior.
Me sorprendió la forma del sacacorchos con el que nos abrieron esta botella, nunca lo había visto, o nunca me había fijado en uno similar os dejo una fotos de la apertura de la botella así como del utensilio.
Ninguno de los presentes tomamos postre, pasamos directamente al café con el que nos sirvieron unos petit fours.
En resumen en el lugar lo único que ha variado ha sido la carta desde la última vez, a mí entender para mejor y para darnos la oportunidad de descubrir nuevos manjares, hay que seguir indagándola.