Hemos Comido…en El Rinconcito, en Monte, una pequeña taberna a la sombra de La Prensa , pero que tiene su propio encanto.
El Rinconcito tiene ese encanto de las tabernas andaluzas, pequeñitas, incrustadas en cualquier local por canijo que sea, pero con una serie de raciones difíciles de encontrar aquí en el norte: cazón, tortilas, japuta y todas las frituras clasicamente andaluzas, más una buena oferta de arroces, de los que ya hemos disfrutado en otras ocasiones.
La carta se presenta en un formato similar a la de los otros restaurantes del grupo, como un panfleto y a veces como un periódico.
Entre semana hay un plato de cuchara disponible, a un muy buen precio: 7€ y, como suele ser habitual en el lugar, el guiso es de confianza.
Una de las razones de pasarrnos por esta taberna fue el conocimiento de este plato del día, recomendado por más de un comensal asiduo. En esta ocasión eran pochas con almejas, una pocha de pequeño tamaño, muy bien de punto, con un buen caldo ligado y el innegable sabor al bivalvo que le acompaña. Una buena elección y un buen guiso habitual de estas fechas invernales.
Dentro de la carta me encontré con una elaboración que no probaba desde hace un montón de años, el cochifrito. La última vez lo tomé fue en un lugar un tanto raro (para esta receta), en Galicia, en El Barco de Valdeorras. Por si no lo sabeis, la receta es de origen segoviano y viene de unir las palabra cochinillo y frito cochi-frito.
Me llamó tanto la atencion que lo pedí y resultó estar bastante bien, quizás un cochi tirando a grande, pero bien hecho, bien frito, crujiente y sabroso. Una buena elección.
Las otras ocasiones en las que me he acercado a este lugar, al terminar la comida, me he ido con una sonrisa en la cara, ya que lo que ofertan es de buena calidad, y la atención y el precio están bien. Así que vuelvo y si sigo encontrándome sorpresas de este estilo, tendré que volver más a menudo.