Hemos Comido…en Canaima, ya había estado hace una friolera de años en este lugar, cuando lo regentaba un venezolano.
Como sabreis soy un defensor a ultranza de la cocina tradicional como base de la gastronomía y que la mayoría de las casas de comidas enfocadas a este tipo de cocina siempre tienen algo que ofrecer que las caracteriza y las distingue del resto, está muy claro porqué, su subsistencia se basa en ellos, en ofertar algo que elaboran como nadie, y este es un claro ejemplo de ello.
Los integrantes de este restaurante provienen del mundo de la hostelería, ella como cocinera ha desfilado por unos cuantos de los grandes de Santander y el Ángel García Galnares, en sala, en el Chiqui entre otros. Se han decidido a montar este restaurante, un poco escondido, cerca de la iglesia de Muriedas junto al polideportivo, pero con buen aparcamiento por los alrededores.
Su carta se enfoca a raciones para compartir, todas ellas carcaterizadas por un buen producto y un precio muy ajustado. Elaboraciones caseras, donde el tomate es de los de verdad, las albóndigas se hacen en casa, y los maganos siempre están buenos, aunque sean congelados.
Siempre lo he dicho, los mejores maganos que he comido los hacía la madre de una amiga mía en el 43 enTetuán y eran congelados, pero un magano encebollado, si está bien hecho y con mimo, resulta delicioso y de hecho lo eran, una pena que ya no estén a mi alcance.
Decidí tomar dos medias raciones, unas albóndigas, y unos maganos encebollados, media de cada. Empezaron sirviéndome las albóndigas, jugosas, de agradabale sabor y acompañadas de una salsa perfecta para bañar las patatas y a la vez para untar bien de pan.
Seguí con unos maganos que sin ser aquellos del 43 resultarom muy bien hechos y que no hacen otra cosa que confirmar mi teoría. Pimiento ycebolla bien pochados y un magano sabrosao. Nos son los del 43, pero tampoco andan muy lejos de estos.
Para terminar con bacalao de bacalada. Aunque no lo parezca sí que se nota, dos buenas tajadas, bien limpias cocidas lo justo y una salsa de tomate de las de verdad, muy bien hecha y mejor de sabor que le imprime un carácter único a una elaboración de una salsa con una textura melosa. De lo mejorcito que conozco en el mundo de los bacalaos con tomate, chapó.
Para terminar un tiramisú, muy de mi agrado.
A la hora de pagar podeis comprobar que el precio es de lo más contenido, una visita que para un menú del día o unas raciones de calidad merece la pena.
Pedro Velarde número 8 Muriedas