Elabora un queso azul que sigue un procedimiento similar al de las denominaciones de Picón Bejes Tresviso y Cabrales en Los Picos de Europa.
El viaje desde Santander es una maravilla paisajista, si se suele tardar mas o menos entre hora y media y dos horas si paras en todos los sitios que merezcan la pena el viaje puede ser interminable.
Las minas de Ándara, situadas en el macizo oriental de los Picos de Europa, tienen una historia rica y fascinante que se remonta a mediados del siglo XIX. Originalmente explotadas por la Sociedad de La Providencia y más tarde por el Grupo de Mazarrasa, estas minas eran conocidas por la extracción de zinc y otros minerales como la galena y la blenda. La actividad minera alcanzó su apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX, pero cesó en 1929 debido a la caída de los precios del zinc.
Tras el cierre de las minas, las galerías subterráneas encontraron un nuevo propósito. Hoy en día, algunas de estas antiguas minas se utilizan para el madurado del queso azul de los Picos de Europa. Las condiciones naturales de las minas, con su temperatura y humedad constantes, son ideales para el proceso de maduración de este queso, que adquiere así su característico sabor y textura.
La quesería La Providencia 1888 ha sabido aprovechar estas condiciones únicas para producir quesos de la más alta calidad. Fundada con el objetivo de mantener viva la tradición quesera de la región, esta quesería utiliza las antiguas minas de Ándara para madurar sus quesos azules. Este proceso de maduración lenta, que dura al menos ocho meses, se lleva a cabo en una cueva a 1700 metros de altitud, donde la temperatura se mantiene a 4ºC y la humedad al 95% durante todo el año.
La calidad de los quesos de La Providencia 1888 es excepcional. El queso azul, su producto estrella, se elabora de manera artesanal con leche cruda de vaca, cabra y oveja. La combinación de estas leches, junto con el proceso de maduración en las cuevas, da como resultado un queso de sabor intenso y cremosidad incomparable. La dedicación y el cuidado en cada etapa del proceso, desde la selección de la leche hasta el volteo manual de los quesos durante la maduración, aseguran un producto final de altísima calidad.
El acceso a las cuevas de maduración durante el invierno es todo un desafío. La entrada de la mina queda a menudo cubierta por varios metros de nieve, lo que requiere que los quesos sean transportados en mochilas y con raquetas de nieve. Una vez en la boca de la mina, se debe abrir un túnel de 6 o 7 metros en la nieve para poder acceder al interior de la galería. Este esfuerzo adicional durante los meses de invierno subraya el compromiso de La Providencia 1888 con la calidad y la tradición.
La leche utilizada en la elaboración de los quesos de La Providencia 1888 proviene de animales criados en semilibertad en los alrededores del Parque Nacional de los Picos de Europa. Principalmente se utiliza leche cruda de vaca, pero también se mezcla con leche de cabra y oveja en determinadas épocas del año. Esta diversidad de leches contribuye a la complejidad de sabores y texturas del queso azul.
En resumen, la integración de las antiguas minas de Ándara en el proceso de maduración de los quesos de La Providencia 1888 es un ejemplo perfecto de cómo la tradición y la innovación pueden unirse para crear productos de alta calidad. La dedicación a la artesanía, el respeto por el entorno natural y el compromiso con la sostenibilidad hacen de esta quesería un referente en la producción de quesos azules en España.