Hemos Comido…en Carmina Monegro, a la vera del pantano del Ebro, un lugar con gran afluencia de público.
Septiembre 2018. Carmina Monegro, llevaba una buena temporada intentando acercarme, pero no se daba la ocasión, hasta que asistí a una feria de ganado cercana y aproveché.
Estaba claro que el agua tenía que ser de Corconte, uno de las aguas más famosas de nuestra provincia. Según la web del propio balneario homónimo «[..] cuenta la tradición que un pastor de Reinosa que poseía un caballo al que tenía gran cariño decidió dejarle en libertad sus últimos días por los pastos de la zona porque ya estaba muy viejo. Su gran sorpresa al cabo de unos días fue ver a su caballo con un aspecto lozano. Buscando la causa de aquella sorprendente recuperación averiguó que bebía las aguas de un manantial, al cual se atribuyeron tales propiedades regenerativas, de manera casi milagrosa. Y es allí en esos manantiales donde se ubicó el Balneario de Corconte (1850), junto al pueblo de este nombre».
El agua de Corconte emerge de la Sierra del Escudo, a unos 10º de temperatura y contiene (como muchas de las aguas minerales) más de 20 elementos destacables, «la combinación de porcentajes las convierten en un poderoso agente terapéutico contra decenas de enfermedades».
Y el pan también de al lado, de Orzales, uno de los panes más famosos de Cantabria y que toma nombre de la localidad donde se elabora situada en el municipio de Campoo de Yuso.
Comencé tomando unas alubias blancas con costilla y algo de panceta. Estaban muy bien hechas, un guiso simple de buen sabor con las alubias en su punto y una buen cantidad de compaño. Un buen guiso de montaña clásico y sencillo.
De segundo, y ante la vista en el menú del día de una asadurilla, no lo dudé ni por un momento. La verdad es que la casquería estaba muy fina, un pelín picante y de buen sabor, con la característica salsa de esta elaboración y unas patatas fritas artesanas. Me gustó mucho.
De postre una mousse de arandanos diferente, bastante buena y algo no muy habitual.
El lugar, aún disponiendo de carta, oferta mayoritariamente menú del día, todas las mesas de mi alrededor lo pidieron, la mayoría de los visitantes eran familias de paseo por los alrededores del pantano, estuvo bien la visita.