Como mínimo una vez en verano me acerco a La Montaña a disfrutar de uno de sus menús que tanto me gustan.
El aperitivo no hace falta pedirlo, vermut de solera y unas gildas de esas que nadie prepara como Yolanda, las gildas de Yolanda. Por otro lado, siento que resultaría descortés o injusto no hacer referencia al menós una vez cada verano a este menú que tanto me gusta.
Un menú que no sería tal sin ese vicio de salmorejo que tienen disponible la mayoría del verano, que refresca y aporta ese exquisito sabor de tomate, cuya receta es salvaguardada por la Cofradía del Salmorejo en Córdoba y que los puristas podrán elaborar siguiendo la tradición cordobesa en la web anteriormente citada.
No sé si la cocinera de La Montaña, o quien lo elabore, forma parte de dicha cofradía, pero como mínimo deberían hacerle cofrade de honor.
Siguiendo con la tradición andaluza, de segundo secreto con cebolla y pimiento, otro lujo.
De postre algo más cercano: flan, aunque la verdad es que desconocía su origen que parece ser romano, de todas todas una comida veraniega de diez y «ligerita».
Por El Mule