Mi primera toma de contacto con este lugar fue hace muchos años.
En concreto cuando mi padre nos llevó a estrenar un coche recién comprado y nos acercó a La Primera del Puerto a comer unas almejas; después vine en varias ocasiones con el padre de un amigo que paraba habitualmente, también a tomar las famosas almejas de la ría, ración por la que el restaurante era famoso.
Mi siguiente toma de contacto fue al cabo de mucho tiempo formando parte del jurado del Concurso de Cocidos de Cantabria, donde tuvo una destacada participación, y posteriormente en un par de ocasiones, pues fue de los primeros donde podían comer con confianza los celiacos.
En esta ocasión nos acercamos con la idea de tomar el cocido, del que yo tenía un buen recuerdo, pero cuando llegamos este no formaba ya parte de la carta.
De todos modos, había una buena cantidad de raciones donde elegir y todas ellas, como suele ser habitual en el lugar, muy cuidadas.
✅ Comenzamos con un tomate de El Astillero. De invernadero, pero nos gustó a los dos comensales, aliñado con el justo aceite de oliva y sal gorda; a mi entender es la sal que mejor le va a este tipo de tomate, acompañado de algo de cebolla morada. Duró instantes.
✅ En esta época el bocarte es el rey y cada vez que tengo ocasión lo pido, ya que enseguida se termina la costera. Estaban muy bien rebozados y era de un tamaño majo para este tipo de elaboración. El otro comensal es otro fanático de este pescado, así que no había opción.
✅ Para terminar con el salado, un clásico de la zona: cachón en tinta. En este establecimiento el cachón es local, es de la bahía, si no hay cachón de la bahía no hay ración, como debe ser.
✅ De postre queso fresco de La Jarradilla y membrillo.
Todo ello acompañado de Juvé & Camps.
