Esta vez estábamos en Alemania visitando “AMBIENTE”, quizás una de las más importantes ferias para los profesionales del menaje de cocina. En esta ocasión Frankfurt nos recibió con temperaturas por debajo de los 12 grados bajo cero.
Andando por la calle se pasaba realmente mucho frio, por lo que decidimos buscar un restaurante en el que quitar las penurias y calentar el cuerpo por dentro y fuera. Nos acercamos a SACHSEHÄEUSEN, un barrio tradicional de Frankfurt al lado otro lado del río.
Buscábamos un restaurante alemán en el que habíamos comido en otra ocasión, pero la casualidad hizo que diéramos con Klaane-Sachsehäuser situado en la calle Neuer Wall, nº 11 y desde 1886 sirve cocina tradicional alemana, acompañada por Sidra casera (Apple wine) que se sirve en la barra directamente de la cantara y una cerveza de primera, tirada al estilo de Frankfurt, sin prisa y dejando que la espuma tome consistencia.
El estilo del restaurante es el típico alemán de mesas corridas. Los clientes son en su mayoría alemanes, aunque nunca falta algún turista que busca conocer la cocina de Frankfurt.
Nos sentamos a cenar 4 personas. El servicio, familiar y profesional, nos hizo sentir comodos desde el principio.
Nos dieron las cartas, y aquí bien el primer ejercicio de imaginación, pues está en alemán y es muy complicado de entender para los profanos. Nosotros, que tenemos ya algo de experiencia, encontramos lo que buscábamos, el codillo asado con patatas fritas en su grasa ( Schweinehaxe gegrillt mit bratkartoffeln) y salchichas con “choucrout” (wurst mit sauerkraut).
Ambos platos los acompañamos con ensalada variada de lechuga, repollo, lombarda, zanahoria, cebolla, y aliñada con salsa de yogurt. El codillo asado resulto ser el mejor que hemos comido en los 15 años que llevamos viajado a esta Feria.
Realmente sabroso, la piel crujiente nos sorprendió por su sabor, la carne en su punto de asado y las patatas como nos gustan, bien fritas en la misma manteca. Las salchichas también resultaron de primera, acompañadas por las patatas y el “Sauerkraut” la conocida col fermentada, con su típico sabor acido, muy rico. En fin, la cena nos encantó y de hecho repetimos a los dos días antes de regresar a casa. De ahora en adelante será un sitio fijo en nuestras cenas en Frankfurt
Neuer Wall nº 11 Frankfurt