Isla Campomar

Hemos comido…..en el restaurante Campomar, en Isla.

Julio 2014. Hoy hemos comido en el restaurante Campomar, en un paraje idílico. Este Hotel Restaurante con gran tradición en la zona, está situado casi a pie de una de las únicas tres playas Cantabras con la bandera azul otorgada en este 2014. Esta es la playa de La Arena, en Isla (Arnuero), que disfruta de esta excelencia junto a el Sable del mismo municipio (Arnuero) y Berria en Santoña, pocos premios para la cantidad y calidad de los buenos arenales que tenemos en Cantabria.

Hemos reservado mesa junto a otra pareja y como el día está estupendo, decidimos hacer la reserva en la terraza y disfrutar de las vistas y del ambiente que tiene esta peculiar zona.

Llegamos a eso de las dos y comprobamos que está prácticamente lleno. Pasamos al bar a tomar un aperitivo y vemos la variedad de posibilidades que propone. Degustar desde unas raciones, plancha o plato combinado, hasta un menú diario, menú degustación o comida a la carta. Hay varios pescados con muy buena pinta y el sitio lo pide a gritos, así que, ahí mismo tomamos la decisión de probar la carta.

El salón interior está completo y cuando nos sentamos comprobamos que la terraza no se queda atrás. En este momento, pediros disculpas por la calidad de las fotos, el día totalmente despejado, los toldos bajos y la cantidad de gente, hace que, la luz, no entre bien en la mesa o tenga reflejos, probé con flash pero parecían muy artificiales, la fotografía no es mi fuerte, así que, espero que os hagáis una idea disculpando la calidad de las imágenes. Notareis que a medida que fue pasando la comida y la terraza se fue despejando, mejora notablemente la calidad al entrar más luz a la mesa.

Nos toman nota, hoy somos muy bien atendidos por Noelia, la cual, desde el minuto uno demostró su buen hacer, sabiendo aconsejar, atender y aclarar las dudas con buena cara y mejor sonrisa. Hoy en día se agradecen profesionales así, que siempre que van o vienen, pese a tener todos sus servicios completos, se pegan un vistazo para ver cómo va o que se necesita.

Pedimos la carta y al entregarla, Noelia nos indica bastantes cosas fuera de esta y hace hincapié en varias piezas de pescado que han entrado en cocina a media mañana. Pegamos un vistazo rápido y nos decidimos por seguir los consejos de nuestra camarera. Así que, hoy, la comida va a consistir en unos entrantes en forma de dos raciones de los primeros Pimientos Verdes Fritos de Isla, unas Almejas al Gusto y un Pudding Casero de Cabracho. De platos principales, Un Rodaballo de casi 1,200Kg. Y un Besugo de más de un Kilo. El vino escogido en esta ocasión va a ser un Blanco Albariño Martin Codax y agua del tiempo.

Nos presentan las piezas y le damos el visto bueno instantáneo, casi de seguido nos sirven el Pudding de Cabracho, muy suave y rico. Nada más comenzar con el Pudding nos llegan las dos raciones de Pimientos Verdes Fritos de Isla, este manjar, muy apreciado, es lo más cuando se tratan de los primeros de la temporada, ya que, estos, son más tiernos, con un sabor intenso pero no por eso fuerte y sin apenas piel, una delicia. Las Almejas, de la zona, con un tamaño bueno, están en su punto y acompañadas de una Salsa Marinera, la cual, se queda en las últimas, practicando el “Cónchin” (Dejar las conchas de la Almeja más grande separada en el plato, para que, a modo de Cuchara, ir cargando esa Salsa y disfrutando más si cabe, de su sabor)

El vino, Martin Codax, muy frio, es una apuesta segura cuando se comparte con Pescados y Mariscos, con una buena calidad/precio.

Llega el momento de los platos principales, Noelia nos coloca las dos piezas en la mesa, es aspecto es prometedor, servido con un acompañamiento de Patatas Panaderas y un refrito de Ajos por encima. Con el tiempo justo de hacer unas fotos, nos los retiran a una mesa auxiliar y se trocean ambos a partes iguales para hacer cuatro estupendos platos de Besugo y Rodaballo, las piezas quedan en la mesa para que, los amigos de rebuscar y del “chupeteo” tengan más oportunidad de disfrutar.

Al comenzar a degustar el pescado, surgió la pregunta…. Si el Pescado lo ponen así…. ¿Te imaginas el Marisco? Pues esas cosas del destino, en ese preciso momento, pasan una Parrillada de Marisco por delante de nosotros y le pedimos a Noelia si nos la puede enseñar, sonrisa de ella, sonrisa nuestra y lo de casi siempre, alguien plantea el reto…. No hay Hue……!! Frase mágica por excelencia, encargamos una Parrillada para dos y disfrutamos del pescado limpio, jugoso y en su punto optimo. Día de disfrute total… y aun queda el Marisco!!

Poco tiempo después de terminar el Pescado, llega la Mariscada. Comprobamos que, prácticamente estamos solos ya en la terraza, momento en el que aprovecho para haceros una foto del lugar y lo cerca que se encuentra de la orilla del mar. La Parrillada de Marisco se presenta en dos bandejas y la acompañan también dos raciones más. La primera bandeja tiene un Bogavante, Gambas a la Plancha y Navajas. En este punto tengo que comentar, que yo soy un fan acérrimo a las Navajas y que soy muy exigente con este producto en concreto, se, a ciencia cierta (por que las he pescado), que es un producto que hay que tomar muy, muy fresco con un leve toque de plancha (justo hasta que se abra) y un poquito de limón para que sea perfecto, yo, en cuanto tomo la primera pieza y su sabor es fuerte, lo desecho instantáneamente. En esta ocasión, deje varias cascaras en el plato y lo comentamos “Espectaculares”. La segunda Bandeja viene compuesta de un Centollo y dos Nécoras, el Centollo con una salsa suave en su interior, fue pasando de sabor de cocina a mar con un par de trucos de mi compañero de escapadas y buen cocinero Berni, simplemente sacó el huevo duro y lo enriqueció con parte de las huevas y la carne de dos patas del Centollo bien desmigadas, magistral, nunca me deja de sorprender. Las Nécoras las disfrutaron nuestras chicas.

Junto con estas dos bandejas, un acompañamiento de dos raciones, repetimos la de Almejas al gusto con Salsa Marinera y el Pudding Casero de Cabracho. En estos momentos pensamos que estamos en lo más.

Es el momento en el que se presenta Javi, (yo pensaba que aun lo tenía la anterior propietaria ya que lo regentó mucho tiempo), nos explica que su tía ya se jubilo y que Saúl, su hermano gemelo y el llevan desde niños metidos en el “fregao” y que los veranos desde muy jóvenes han ayudado en el negocio familiar (ahora es cuando nos explicamos todos el porqué de todo, estos dos han “Mamado” el Campomar, desde el primer “Potito”). Javi, muy joven, pero con una naturalidad envidiable, nos pregunta que nos pareció todo, nos presentamos y le pedimos que se siente relajadamente con nosotros, le felicitamos por la comida degustada y por el equipo de trabajo que tiene, ya que, teniendo todo lleno, no se oyó una voz, se atendió rápido y bien y todo salió tanto en su punto como en su momento. Javi se levanta y vuelve al cabo de un minuto con una copia igual que él pero con la camiseta negra en vez de la suya blanca y con el cocinero, al cual conocía de oídas, este es Víctor Cuevas, cocinero Dominicano, que lleva tiempo tratando nuestros productos regionales como a muchos de los nuestros cocineros les encantaría. Nos insisten en que tomemos postre, estamos tan a gusto que desistimos, pero Javi y Saúl nos insisten en que, prácticamente todos son caseros y presumen de ellos. ¿Otro reto? Venga!! Le pedimos dos postres fríos (ya conocéis mi vicio confesable de cerrar la comida con frío y sin café) y otros dos, siempre a su elección, habla con Víctor y Javi se sienta con nosotros a compartir sobremesa con un relajado y merecido cigarrillo.

Al poco tiempo, Saúl y Noelia salen con tres Tartaletas de Helado y dos Coulins. Los helados, naturales son de Mango, Fresa y Queso (ver las fotos, la presentación ya es una tentación). Os puedo decir, que cuando los probé, yo aluciné, cremosos, no muy fríos y con un sabor de los que recuerdas. Me cogí la cucharilla más pequeña de la mesa y estuve un buen rato, desenchufado y en el Olimpo, Madre mía!!! Eso hay que repetirlo sin tardar. Los Coulins eran uno de Chocolate Blanco y el otro de Chocolate Negro, adornados con una bola de Helado de Vainilla. Supongo que estaban buenos porque, el que no estaba era yo, seguía con mi cucharilla, cogiendo pequeñas porciones y disfrutando como diría mi difunto padre… “Disfrutando como un Chón, en un Patatal”

Dos cafés, el Pacharán digestivo de Berni y la nota. Estamos encantados, nos invitan a los postres, pero correspondemos con una propina digna de este banquete. Quedamos encantados y nos involucramos para la siguiente visita. Día perfecto!!
Campomar…. Una sorpresa agradable y un equipo estupendo. Muy a tener en cuenta.

Playa de la Arena 4 39195 Isla 942679432